¡Caramba, como estamos de contentos! Colombia está cumpliendo ante el mundo y ante nosotros mismos, el Mundial de Fútbol, categoría Sub 20, que se juega desde el viernes 29 de julio en el país, ha resultado tener la energía y alegría de un carnaval y la organización de una empresa bien administrada.
Desde el primer día, durante su inauguración en Barranquilla, vimos una Colombia lista para acoger a jugadores y visitantes de todo el mundo. Lástima que la transmisión del evento inaugural, con los miles de bailarines interpretando y gozando de nuestra música, hubiera sido tan mediocre; aparentemente, por un torrencial aguacero que dañó parte de los equipos e impidió la alocución del Presidente Santos. Pero esto no frenó el entusiasmo que invadía al Estadio Roberto Meléndez, totalmente lleno a pesar de la lluvia.
Luego vino la goleada del equipo colombiano al francés (4-1) y las consecutivas victorias de los colombianos sobre Malí (2-0), Corea del Sur (1-0) y la difícil, pero merecida, victoria contra Costa Rica (3-2), que nos llenaron el corazón, los oídos y los ojos de alegría.
A pesar de la derrota de nuestro excelente equipo a manos de los mexicanos el sábado 15, la cual nos aguó la fiesta, hay que reconocer que Colombia se lució en este mundial. Los estadios de las ciudades participantes lucieron bien, modernos y con una bella grama, las barras mostraron gran cultura deportiva, no sucedieron incidentes desagradables, reinó el orden a la entrada y salida de los encuentros.
Armenia, Barranquilla, Bogotá, Cartagena, Cali, Manizales, Medellín y Pereira se engalanaron para mostrar su lado amable. Indudablemente, fue un hit para Medellín el hecho de que la Feria de las Flores hubiera tenido lugar durante la primera semana de los juegos. Los que jugaron o asistieron por esos días a Medellín, deben haber quedado fascinados con tan bello evento. Lo mismo se dirá de las otras ciudades, pues todas han cumplido. Esto demuestra que Colombia puede de sobra con este tipo de eventos. Ojalá vengan otros de este nivel, o aun más importantes, ¿Por qué no el Mundial de Fútbol del 2026?
Estos eventos son una gran ventana para mostrarle al mundo cuánto hemos avanzado en seguridad desde el 2002 durante los gobiernos de Álvaro Uribe. Y cuán organizados podemos ser.
Quizás, ahora sí, el turismo internacional pierda el miedo a venir a nuestro hermoso país. La buena imagen que este Mundial nos está dando ante millones de espectadores de todos los continentes nos puede abrir la puerta a las grandes ligas del turismo y al desarrollo, fuentes de empleo y riqueza que esto significa.
No quise esperar los últimos partidos del Mundial para escribir esta columna. Solo deseo que el 20 de agosto, cuando concluyan estos 23 días de balompié, el mundo nos vea de una manera diferente, como el carnaval de alegría y colores que Colombia realmente es.
Pico y Placa Medellín
viernes
0 y 6
0 y 6