Hay quienes piensan que los 3 millones 500 mil pesos que les entregó la constructora CDO a los desalojados de Space, para que durante un mes puedan hospedarse en algún lugar, serán suficientes para pasar el "chaparrón".
Mientras que otros, como los mismos afectados, dicen que el número de personas por familia y el tiempo que dure la problemática decidirán si este dinero aguantará o no.
Así, en el limbo, están en este momento las más de 116 familias de las seis torres de la urbanización que ya cumplen ocho días fuera de sus hogares.
Muchos de ellos han tenido que irse para donde familiares, amigos y hasta en hoteles para "descansar" un poco del desastre que atrapó a 11 personas, 10 de ellas todavía bajo los escombros.
Sergio Correa, quien vivía en uno de los apartamentos de la Torre 4 de Space, dijo que recibió de manera oportuna el dinero, pero que cuando se compara con lo que él pagaba allí de arriendo no es mucho.
"Yo pagaba un millón 300 mil pesos y pagué el mes de octubre adelantado, entonces cuando uno mira el dinero entregado no es mucho. Esperamos que para el 15 de noviembre a más tardar tengamos donde quedarnos", explicó Sergio, quien vivía con dos personas más en el último piso.
Correa también comentó que por el momento se hospeda en la casa de una compañera de trabajo que no se encuentra en la ciudad.
Otras historias
Un caso muy diferente vive Claudia Velásquez, propietaria de un apartamento en la torre 3, quien con su hijo y su esposo han tenido que irse a vivir en una habitación de la casa de sus suegros.
Recibieron igualmente el dinero para un mes, pero saben que es solo para una emergencia, para una necesidad inmediata, pero que eso no solucionaría la situación.
"Tenemos todo, pero a la vez no tenemos nada. El dinero que nos dieron lo recibimos y con ello ayudamos en la casa de mis suegros. Nos estamos quedando en una habitación y mi hijo, que tiene dos años, no se ha podido adaptar: está muy inquieto, no duerme bien, pregunta por sus juguetes y por su casa: su espacio. Está descuadrado", sostuvo la propietaria.
En su caso, Claudia vivía también con sus papás, quienes tuvieron que quedarse en otro lugar, tema que le preocupa porque en este momento la familia está separada.
¿Y el trabajo qué?
Las personas entrevistadas concuerdan en una cosa: el apoyo que han tenido desde las empresas en las que trabajan ha sido fundamental.
Paula Jasbón, quien vivía en la torre 1 de la urbanización Space, expresó que sus jefes han sido incondicionales y que le han permitido tener tiempo para las reuniones así como para otras diligencias que les permitan hacer parte del censo y ser reconocidos como desalojados.
"Tuvimos esta semana para hacer muchas cosas, pero el lunes tenemos que regresar al trabajo. Igual agradezco ese tiempo donde de alguna manera se hace también un duelo", indicó Paula, quien agregó que recibió los 3 millones 500 mil pesos, que les puede servir, pero que a familias muy grandes sería insuficiente.
No son solo los habitantes de Space los que sufren con la situación. Quienes habían invertido en la urbanización Asensi, como lo hizo Érica Paz, también viven otro drama: la desvalorización de sus apartamentos además del mismo desalojo.
"Yo tenía arrendado el apartamento y hablamos con la inmobiliaria, donde nos dijeron que el canon está congelado, lo que para nosotros es complicado por el dinero que dejamos de recibir", aseveró Erica.
Organizados
Paula quiso resaltar el orden que han tomado las familias desalojadas, pues ahora existen equipos de trabajo que se dividen en comités.
"Están el comité jurídico, el comité financiero y el comité organizacional. Una manera ordenada de saber cómo van las cosas y lo que podemos hacer", finalizó.
En fin, así como estas historias hay muchas dentro de las familias que tuvieron que despedirse por el momento de sus casas y a las que esperan regresar muy pronto.
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