Por la cantidad de publicaciones que circulan en las redes sociales, cada vez es más fácil mantenerse informado, pero al mismo tiempo, es más difícil tener control de los derechos de propiedad intelectual de las fotos, textos y videos que se difunden en Internet.
Un ejemplo de la apropiación de creaciones de otros a nombre propio es el caso que denuncia el fotógrafo Alejandro Castrillón, quien asegura que su foto fue usada por otra persona para participar en un concurso en Facebook que intenta mostrar la belleza del Oriente antioqueño.
También Jorge Mario Escobar, director del periódico comunitario El Taller, cuenta que "buscando información sobre mi barrio, encontré un blog con información de un libro mío".
Por otro lado, algunas personas creen que cuando aceptan las condiciones de las redes sociales, pierden los derechos de sus publicaciones. Sin embargo, Hugo Castañeda, abogado y coinvestigador del proyecto Redes Sociales Virtuales, el buen uso, afirma que "aunque los usuarios aceptan términos de uso, en principio ni las empresas dueñas de la red, ni otras personas tienen el derecho de explotar comercialmente la obra de un usuario sin su autorización".
Por la violación a los derechos de autor se pueden emprender acciones penales y civiles, que implican una indemnización económica para resarcir el daño.
El abogado Castañeda dio también algunas recomendaciones para salvaguardar el derecho de las obras. La primera es autoprotección. "Ser consciente de la información que desea que sea de conocimiento público". Y la segunda, educar sobre la importancia no apropiarse de las creaciones de otros.
Cabe recordar que cada usuario puede aclarar en las redes si su obra tiene derechos protegidos o es de libre uso.
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