El Vaticano puso lo que se cree que son los restos de San Pedro, el primer Papa, en exhibición pública por primera vez el domingo fuera de la enorme basílica que lleva su nombre.
El Papa Francisco hizo una reverencia y lanzó incienso sobre el cofre de bronce grabado que contiene los pequeños fragmentos de huesos ante una misa en la Plaza de San Pedro para marcar el fin de la celebración de un año de la fe cristiana en el Vaticano.
El Papa Paulo VI anunció en 1968 que las reliquias, que normalmente son mantenidas en la capilla del departamento papal en el Vaticano, probablemente pertenecían a San Pedro, aunque muchos eruditos han refutado esa afirmación.
Después de la misa al aire libre, a la que asistieron cerca de 1.200 altos cardenales, patriarcas y arzobispos de todo el mundo, el Papa Francisco sostuvo el cofre por algunos momentos con su cabeza gacha y sus ojos cerrados, aparentemente en oración.
Se cree que San Pedro, uno de los 12 apóstoles de Jesús, fue crucificado en Roma bajo el mandato del emperador Nerón.
