Los centros electorales de Venezuela permanecen abiertos después de la hora prevista para el cierre, las 6:00 p.m. hora local (5:30 p.m. hora colombiana), debido a las largas colas que aún se registran en algunos colegios.
Los lugares habilitados para votar abrieron a las 6:00 a.m. hora local (6:30 a.m. hora colombiana) y su cierre estaba previsto para las seis de la tarde, pero tal y como había advertido el Consejo Nacional Electoral (CNE) los ciudadanos siguen concurriendo a las urnas.
Aproximadamente 19 millones de venezolanos estaban llamados a cumplir con este derecho democrático, en una jornada clave que definirá el futuro de Venezuela ya que su presidente, Hugo Chávez, quien aspira a su tercera reelección, tiene por primera vez en 14 años un contrincante con opciones de victoria: Henrique Capriles.
Justo a las 6:00 p.m. hora local, Capriles pidió el cierre de los centros de votación: "tenemos reporte de todos los centros del país y mayoritariamente no hay colas,es decir,ya deben cerrar, son las 6:01 pm", indicó por la red social twitter.
Poco antes de la hora oficial del cierre de los centros electorales, Ramón Guillermo Aveledo, secretario general de la Mesa de la Unidad Democrática (MUD), la alianza que aglutina a la oposición, adelantó que la participación en las elecciones puede superar el 75 %.
Desde primera hora de la mañana, los venezolanos soportaron largas colas para sufragar en una jornada tranquila y sin incidentes violentos, más allá de tres asesinatos que el general Wilmer Barrientos, el responsable del operativo del Gobierno para garantizar la seguridad de estos comicios, calificó de casos aislados y que "no tienen que ver con el proceso electoral".
Barrientos también dio cuenta de una quincena de delitos electorales originados por la ruptura de boletas o papeletas, e incluso la ingestión de esos documentos, lo que llevó a que las fuerzas de seguridad practicaran algunas detenciones.
Las elecciones celebradas este domingo en Venezuela son consideradas clave no solo al interior de este país, por estar en juego su modelo político y económico, sino en la región latinoamericana, por las repercusiones que pudiera tener un cambio de Gobierno.