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El próximo pacto cafetero mundial no será de cuotas como en el pasado, cuando se le asignaba a los países productores el volumen del grano que podía exportar. Así lo reveló Robério Oliveira Silva, director Ejecutivo de la Organización Internacional del Café (OIC), en la reunión anual de los caficultores colombianos, en Bogotá.
"Veo en el futuro cercano el surgimiento de un nuevo pacto, por así decirlo, entre sector privado y público, que garantice unas condiciones adecuadas para el café", declaró Oliveira, quien comentó que en la iniciativa trabajan, desde hace algún tiempo, los 39 países productores del grano afiliados a la OIC y las multinacionales del café.
La propuesta que estaría cristalizándose desde el segundo trimestre de 2014 y es impulsada por el Instituto de Desempeño Sostenible de Holanda, involucra a instituciones públicas y privadas y surge de la necesidad existente por parte de la industria torrefactora de cafés sostenibles, que para obtenerlos debe aumentar los estímulos a los productores.
Para Oliveira, en el escenario de un nuevo pacto, Colombia sería uno de los países productores más favorecido, dada la trayectoría y conocimiento que tiene en el negocio cafetero.
Según cifras de la OIC, la producción total de todos los países exportadores en el año de cosecha 2012-2013 estuvo en torno a los 145,2 millones de sacos, los que representa un aumento de 10 por ciento frente a 2011-2012. No obstante, la Organización sostiene que es demasiado pronto para ofrecer un cálculo de la producción mundial de 2013-2014, aunque si anticipa que habrá un aumento en el consumo.
La coyuntura es difícil
La OIC le dijo a los caficultores colombianos que la preocupación que los embarga por la actual situación del negocio no es exclusiva, pues la padece el sector cafetero mundial. "Después de unos años de precios remunerativos en el actual entorno de dificultades económicas y sociales, hemos retornado a un panorama de precios por debajo de los costos de producción en una comprensible insatisfacción de los productores en la mayoría de países", explicó.
Es evidente que los productores son los más perjudicados con la fluctuación negativa en la cotización internacional del grano, dado que el precio es insuficiente para la reinversión productiva y limita la capacidad de atender obligaciones de deuda.
Pero también la industria torrefactora del café se ve afectada negativamente, pues si bien es cierto que aumenta sus márgenes de ganancia puntualmente, ve comprometida la cadena de abastecimiento en el mediano y largo plazo
*Por invitación de la Federación de Cafeteros