La Cruz Roja de Costa Rica informó que este domingo se concentrará en la búsqueda de desaparecidos y cuerpos sepultados, así como en el rescate de personas que permanecen aisladas luego del terremoto de 6,2 grados en la escala de Richter que sacudió el pasado jueves el centro del país.
Una portavoz de la Cruz Roja explicó a Efe que varios grupos de socorristas se encuentran en Vara Blanca, una de las zonas más afectadas por el sismo, para buscar algunos cuerpos que, según testigos, fueron sepultados por derrumbes.
Datos de esta entidad indican que hasta el momento se confirmaron 20 fallecidos y 2.089 personas refugiadas en 16 albergues, mientras otras 1.419 se encuentran aisladas, aunque reciben asistencia humanitaria.
La Cruz Roja maneja la cifra de 43 desaparecidos en los pueblos rurales cercanos al epicentro del sismo, pero el Organismo de Investigación Judicial (OIJ) sitúa la cifra en al menos 60, entre ellos cinco turistas británicos, cuyas identidades no han trascendido.
Colombia ayuda en las labores
En las labores de rescate colaboran cuatro helicópteros Blackhawk del Comando Sur de Estados Unidos y uno más facilitado por el Gobierno de Colombia.
Luis Helves, uno de los seis colombianos que tripulan el helicóptero, comentó este domingo a Radio Columbia que el sentimiento humanitario los embarga y los hace dar lo mejor de ellos.
"Tenemos una nave de alta tecnología equipada para efectuar todo tipo de rescates. De todo corazón estamos colaborando para que esta tragedia se solucione lo más pronto posible", afirmó Helves.
Los lugares más afectados son zonas rurales de Poás y Vara Blanca (60 kilómetros al noroeste de San José), las más cercanas al epicentro del terremoto.
Las labores de rescate y atención humanitaria de los miles de afectados continúan en el área montañosa cercana al volcán Poás, mientras la recolección de víveres y suministros se intensifica en San José y el resto del país, donde no se produjeron daños por el sismo.
Medios de comunicación, la Casa Presidencial, empresas y otras organizaciones están recibiendo agua, alimentos, cobijas, bolsas para dormir, colchones, entre otros suministros, los cuales serán entregados a los damnificados.
Los costarricenses se han unido y están mostrando su solidaridad en esta tragedia, a la que se sumó un incendio que el viernes destruyó una bodega de la Comisión Nacional de Emergencias (CNE) donde se almacenaban provisiones.
El sismo dañó numerosas tuberías y dejó sin agua potable a unas 30.000 personas en los pueblos cercanos al epicentro.