Valenciano, un huilense formado en Boyacá, que ahora tiene 22 años y quien está próximo a graduarse como ingeniero mecánico, les dio el golpe sorpresivo en el último Nacional de mayores celebrado en Venecia, Antioquia.
Él ha sido la sensación de la raqueta corta en los últimos certámenes del país.
Jaime Valenciano Pérez rompió toda clase de paradigmas y tradiciones, para ser campeón nacional de la categoría superior en el tenis de mesa.
Había mostrado su pulida nariz, pero la cara entera la dio en tierras antioqueñas, cuando propinó el certero resultado, ese que le valió para andar por el mundo, como le sucedió semanas atrás en Rotterdam, Holanda y en México, donde se disputó el Latinoamericano, selectivo para los Juegos Panamericanos de Guadalajara.
Ayer por la mañana, Jaime estaba un tanto alicaído, porque los boyacenses acababan de perder en la ronda de cuartos de final por equipos, toda vez que uno de sus compañeros se enfermó y no pudo venir a Bello, donde se disputa el Nacional de mayores.
Pero a contravía de esto, el muchacho nacido en Pitalito, pero forjado en Tunja y a punto de graduarse en la Universidad Santo Tomás, espera estar en la pelea de varias modalidades, entre ellas los dobles, mixtos y en los sencillos.
Desde lo más alto de la tribuna del hermoso coliseo Fray Juan José Betancur Mesa, en la Universidad San Buenaventura de Bello, ayer, antes del mediodía, analizaba el desempeño individual de quienes serán sus rivales.
Por el momento se hace esperanzas de su desempeño, ese que lo llevó a confrontar frente a los mejores del mundo en Holanda, donde tuvo la oportunidad de compartir al lado del seleccionado de Colombia, en ese permanente deseo de revalidar la condición de número uno del país.
"La idea es defender el título individual en este Campeonato. Yo vengo de jugar ante raquetas de alto nivel y pude comprobar que la estatura técnica de los chinos, por ejemplo, es muy superior al resto. En cuanto a Latinoamérica estamos más cerca, pero ante el mundo nos llevan mucha ventaja".
Jaime disfruta con lo que ve y tiene a su lado, a 220 deportistas de 18 delegaciones que se reparten por varias mesas instaladas sobre el parque del coliseo, donde espera mostrar sus condiciones, quien se hace más visible con sus 74 kilos y 1.81 metros.
Y sobre todo, por el Valenciano que nadie olvida, el mismo que sorprendió a más de uno en Venecia, porque un huilense forjado en Boyacá se colgó el oro.
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