Es un mundo infinito y diminuto. Una dimensión que apenas se conquista, pero es promisoria. Se llama nanotecnología y transforma múltiples campos. El estado del arte de esta especialidad se discute en Medellín, a partir de hoy lunes, en el evento Colombia-E.U. Taller sobre nanotecnología con aplicaciones de energía y medicina, que se realiza en el edificio de Ruta N.
El docente e investigador de la Universidad de Antioquia, Franklin Jaramillo Isaza explica que en el mundo macro la materia se manipula a través de procesos conocidos: se cose, moldea, pega, funde, suelda, une, entre otros asuntos imaginables, pero a escala nano, "hay átomos y lo que se hace es procurar las condiciones para que ellos se unan de una manera controlada hasta el tamaño que se desea".
Un buen ejemplo de la ciencia de lo diminuto: En Medellín se diseña y fabrican celdas solares nanoestructuradas, que resultan ser más eficientes y económicas que sus competidores, los clásicos paneles hechos de silicio.
Podrán hacer parte de dispositivos móviles o fibras inteligentes. "Cuando aumentemos la eficiencia, servirán como paneles solares residenciales para viviendas y zonas remotas no interconectadas", dice Franklin. Por ahora es un prototipo pero en un horizonte de tres años podría estar maduro.
En otro campo, ahora el de la medicina, donde hay la mayor cantidad de presupuesto en el mundo, se investiga el llamado uso de nanopartículas para la liberación controlada de medicamentos. La investigadora Betty Lucy López Osorio, de la Universidad de Antioquia, le contó a Alma Mater que trabajan con drogas para controlar la leishmaniasis por vía oral y encapsulan zinc para el tratamiento de cáncer cerebral pediátrico.
Allí no se agotan los campos. Se trabaja con nanopartículas de carbonato de calcio, por ejemplo, para enriquecer alimentos y la industria textil tiene el reto, entre otros, de fabricar fibras más resistentes.
Para Franklin, la nanotecnología es fundamental para las empresas del futuro, que son las de base tecnológica, que a partir del conocimiento generan valor agregado.
"Ya existe talento capacitado con formación avanzada en el exterior. Falta la infraestructura, las redes de conocimiento, la apuesta en inversión en tecnologías emergentes y la confianza por parte de empresas para poder emprender proyectos en este campo", concluye Franklin.
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