En este nuevo aire que toman las campañas a la Presidencia, los candidatos enfilan baterías y reacomodan sus estrategias para obtener el triunfo en las urnas el próximo 15 de junio.
Tanto Óscar Iván Zuluaga como Juan Manuel Santos, al terminar el conteo de votos, iniciaron reuniones privadas con sus equipos para potenciar lo que consideran sus fortalezas y corregir los desaciertos.
Este tema especialmente lo abordó el presidente Santos desde la misma noche del domingo y hasta altas horas de la madrugada de ayer, porque a pesar de que en su discurso se sintió un ganador, es evidente que los resultados fueron adversos. Como lo planteó el analista Diego Corrales "fue un golpe emocional".
Y el resumen de la desazón en las toldas santistas lo expresó ayer el expresidente César Gaviria al admitir que se "cometieron errores", que deben corregirse. Y entre ellos citó la necesidad de "tener más televisión" y "hacer mayor presencia en las regiones".
Gaviria, quien llegó como jefe de debate de Santos una semana antes de los comicios, asumió ayer el rol con "poderes plenipotenciarios" para tener manejo directo sobre todos los pilares de la campaña.
Detrás de ese liderazgo pleno, al parecer, se esconde una pelea interna entre el exmandatario y el candidato a la Vicepresidencia Germán Vargas que, coincidencialmente, bajó el perfil de sus funciones tras la llegada de Gaviria.
Tampoco está claro el futuro del gerente Roberto Prieto, pues en secreto se rumora que "pidieron su cabeza", por los resultados del domingo.
Y no es para menos, ciudades y regiones que se consideraban fortines seguros para Santos se perdieron. Así ocurrió con Cundinamarca y Bogotá, y ciudades de la Costa como Cartagena y Montería, donde Zuluaga les ganó. Eso sin contar que el trabajo político en Antioquia no dio los resultados esperados.
Analistas como Miguel Silva Moyano consideran que uno de los errores de Santos fue la alianza con el alcalde de Bogotá Gustavo Petro y eso se hizo evidente en la votación en la capital, en la que los dos primeros candidatos no son de la línea petrista.
Pero además, otros más críticos, sostienen que el temor de un acuerdo que permita a la guerrilla llegar al poder movió el voto contra el presidente-candidato.
Zuluaga se endurece
Por las toldas del Centro Democrático también hay agite. Muy temprano el candidato Zuluaga citó a una rueda de prensa para reiterar su postura frente al proceso de paz, en un hecho que podría verse como una forma de apelar a la emotividad de los colombianos que rechazan a las Farc, más allá de lo que se está negociando en La Habana.
Como lo plantea el exministro Armando Estrada Villa, citado por Colprensa, "Colombia está molesta por el manejo político que se le dio a la paz y quienes votaron enviaron el mensaje que quieren una pacificación, pero sin impunidad".
Zuluaga parece decidido a solidificar ese discurso, teniendo en cuenta que las Farc tienen una imagen desfavorable del 93 por ciento.
La campaña del uribismo tendrá que sortear en esta recta final las denuncias sobre la presencia de Andrés Sepúlveda, el hacker señalado de usar en forma indebida información clasificada de los organismos de seguridad, entre otros. Y en ese campo, Zuluaga parece que asumirá la postura de dejar que avance esta investigación.
"Vamos a estar pendientes de las investigaciones, voy a ser muy prudente para permitir que la justicia actúe como corresponde, de manera independiente", respondió ayer. E incluso, con una argumentación más respetuosa del trabajo de la Fiscalía.
A Zuluaga, además de Uribe, lo respaldará el expresidente Andrés Pastrana, que promovió y acompañó la aspiración de Marta Lucía Ramírez y que en esta contienda ha sido uno de los más críticos del gobierno Santos.
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