La mula, en su primera fase, y el helicóptero, en las que faltan, irrumpieron en la rutina tradicional de este tipo de construcciones, para hacer del montaje del cable al Parque Arví una experiencia novedosa.
El que será el más largo del sistema de cables del Aburrá (4,6 kilómetros), ya se abrió paso por una trocha en medio del inmenso bosque, en la que se siembran las pilonas metálicas que soportarán la estructura.
De las 23 que tendrá ya se han montado 6 en zona de Santa Elena, con alturas variables, dado que la más alta es de 28 metros y la menor tiene 6 metros en la llegada. Nada qué ver con el cable de Santo Domingo, donde hay pilonas de 40 metros, porque aquí la topografía es más suave y allá hay pendientes mayores.
Para sembrar una de ellas (la 17), la ingeniería se tuvo que rendir a la valentía y funcionalidad de las mulas, al acudir a recuas que transportaran los materiales de las fundaciones y los segmentos de metal de las pilonas. La razón es que muchas están localizadas en mitad del bosque y como no hay forma de ingresar ningún transporte automotor, los constructores tuvieron que regresar a los arrieros.
¿Y por qué el salto al helicóptero? Pero en algunos sitios es tan difícil el acceso que ni las mulas podrían llevar la pesada carga sin destruir el bosque para abrirles paso.
Menos aún, precisa Theodoro Kurk, ingeniero del proyecto, podrían ingresar los camiones que llevan los equipos y las grúas para instalarlos, ante lo cual surge el helicóptero como única solución. Con el aparato se hará algo similar a lo que realiza Ecopetrol en parajes remotos para el montaje del oleoducto, incluso parecido a lo que se acaba de hacer para instalar el cable del cañón del Chicamocha, en Santander.
Entre hombres, mulas y helicópteros, lo que estima la conducción del proyecto es que en dos meses se habrá instalado la totalidad de las 23 pilonas para continuar con el montaje del componente electromecánico.
Un gran patio de trabajo
Pero en lo que será el punto de llegada del sistema, en una especie de inmensa batea, cuyas paredes están revegetalizadas, se concentran las tareas más visibles.
En este gran patio de 1.400 metros cuadrados se trabaja en el montaje de la estructura electromecánica de la estación de llegada y de retorno de las cabinas (soportes, poleas, rieles de circulación y el sistema de tensión permanente). A la vez, en la fundación de la zona técnica o de lo que será el garaje de las cabinas cuando no operan, algo así como el que se instaló en La Aurora en el Cable a Occidente.
Y a 4,6 km. de allí también se avanza en la construcción de la estación de transferencia, en Santo Domingo Savio, donde se labora en el vaciado en concreto de las estructuras, porque es la más alta y parecida a las que se tienen en las otras líneas de cable.
Para casi 5,0 km. de longitud, admite kurk, 23 pilonas parecen pocas debido a que se tendrán vuelos muy largos, cercanos a los 450 metros entre una y otra, bien sobre el bosque o entre él.
Esto lo permiten la topografía suave y el menor peso que tendrá que transportar el sistema, el cual se distribuye a lo largo de la longitud, entonces no hay tanta formación de catenaria. Es decir que el cable no cae tanto y se pueden tener longitudes mayores.
Aunque lo deshabitado de la zona que atraviesa hacen presumir en una menor intervención social, en comparación con los dos desarrollos que lo preceden, el sociólogo del metro, Juan Álvaro González, cuenta que hace año y medio se trabaja con las comunidades de Santa Elena y de la Comuna 1, en las cuales hay facilitadores sociales oriundos de la zona para canalizar las inquietudes de los habitantes y socializar el proyecto. "Ha sido menos conflictivo porque hay una experiencia de ciudad que lleva un valor agregado".
En Santa Elena, destaca, hay 18 aprendices bachilleres del Sena capacitándose en cultura metro, quienes servirán de multiplicadores de esos saberes para cuando el cable esté en servicio.
¿Y cuando comenzará a volar con usuarios? La certeza que notifica el metro es que la entrega será el próximo 31 de octubre con la idea de celebrar, un día después, los 14 años de operación del sistema de transporte masivo.
En otro bosque queda la inquietud de si en esa fecha estará listo el Parque Arví en su plenitud o en una de sus partes.
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