El mismo día en que Felipe de Borbón se convirtió en Rey de España, a los 46 años de edad, tras la abdicación de su padre, la Selección de fútbol de ese país entregó el trono de campeón mundial de fútbol en Brasil-2014.
El conjunto dirigido por Vicente del Bosque no pudo reponerse de la goleada (5-1) que sufrió en el debut a manos de Holanda, y ayer cayó de nuevo ante Chile, por 2-0, en el estadio Maracaná, resultado que lo dejó por fuera de la siguiente ronda.
El capitán Iker Casillas pidió perdón a los aficionados y señaló que los jugadores son los primeros responsables de la eliminación. "Quisimos hacer todo lo posible por mantener la ilusión de la gente, pero no pudo ser. Hay que pedir perdón y somos los primeros responsables. Nos vamos dolidos y fastidiados", dijo el portero del Real Madrid.
Casillas comentó que ahora hay que "mirar hacia el futuro, reflexionar sobre lo que ha ocurrido, pero no es momento de tomar decisiones en caliente".
La otra cara de la moneda la viven los chilenos, que con su segunda victoria (habían derrotado 3-1 a Australia) aseguraron casilla en los octavos de final por segundo Mundial consecutivo, gracias a los goles de Eduardo Vargas y Charles Aránguiz.
"Me voy muy contento. Realmente el equipo estuvo a la altura... Hay que valorar el haber podido enfrentar de la manera que lo hizo Chile ante el campeón del mundo y eliminarlo con autoridad", señaló el entrenador Jorge Sampaoli que, empero mantuvo la tranquilidad y mandó un mensaje para bajar la ansiedad de los hinchas.
"Si este es el mejor Chile de la historia se verá en el tiempo. Pero este equipo ha jugado con mucha rebeldía. Tenemos que tratar de salir a ganar (ante Holanda) para ganar el grupo. Pero no se me pasa por la cabeza que Chile pueda salir campeón del mundo. Hay otras selecciones de muy buen nivel", apuntó el seleccionador.
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