El azar repartió ayer por toda España más de 3.000 millones de euros en el sorteo de la lotería de Navidad, el más tradicional, esperado y popular del año. Leganés, una localidad de Madrid, fue la más afortunada: en la ciudad de 187.000 habitantes se vendieron más de la mitad de los billetes del 62.246, número que dio la suerte al primer premio, lo que supone un reparto de 356 millones de euros.
El júbilo llegó también en forma de alivio, pues el dinero ayudará a familias afectadas por la crisis económica que vive el país, que tiene ya cinco años, y por la tasa de desempleo que hoy supera el 25 por ciento.
Los ganadores de este primer premio se llevarán cuatro millones de euros si jugaron una serie completa (que cuesta 200 euros), aunque lo habitual es comprar décimos -con los que conseguirán 400.000 euros- o las tradicionales participaciones compartidas entre compañeros de empresa, amigos o familiares.
Natividad Ortiz, española y docente de inglés en San Sebastián, dijo a este diario que su familia ha comprado "toda la vida" la Lotería de Navidad: "Es una tradición. Hace casi 40 años a mi hermano le tocó el Gordo. La esperanza de ganárselo la tenemos todos: yo, por ejemplo, no tendría la preocupación de quedarme sin trabajo algún día".
Entre los afortunados en Leganés estuvo Alfonso, que lleva ocho meses desempleado después de haber sido despedido de la compañía Viajes Iberia.
"Será un colchoncito hasta que encuentre trabajo", dijo a las puertas de la administración, a donde se acercó también Elvira, una jubilada que llevaba un décimo, igual que sus otros cuatro hermanos.
El Sorteo Extraordinario de Navidad, que se celebra cada 22 de diciembre, marca el comienzo de las fiestas y provoca una gran expectativa: 85 medios de comunicación nacionales e internacionales se acreditaron para seguir el acontecimiento.
Naiara Lazcano, de 25 años, nacida en el País Vasco, define el sorteo como "una mezcla de fe, esperanza y muchos millones de por medio, demasiados como para no jugársela". No en vano, tres de cada cuatro españoles compran la lotería, con un gasto promedio por cabeza de unos 50 euros.
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