El Banco de la República conservaría su política monetaria expansiva por lo menos hasta la mitad del año, pese a los riesgos latentes por una salida de capitales.
Según un sondeo de La República, la totalidad del mercado espera que la Junta Directiva del Emisor mantenga en su reunión de hoy la tasa de intervención en 3,25 por ciento y que esta tenga su primer aumento después de mayo debido a la baja inflación.
Pese a que países emergentes como Turquía y Sudáfrica han optado por subir los tipos e incluso el Fondo Monetario Internacional ha manifestado que un aumento de tasas podría ser una estrategia para aliviar los impactos de la reducción del estímulo monetario de E.U.
Colombia se aparta de este panorama debido a los sólidos fundamentales de la economía. Camilo Pérez, director de investigaciones económicas del Banco de Bogotá, explica que pese a que en enero la inversión de portafolio cayó 73 por ciento, esta sigue siendo positiva, es decir que el ritmo de llegada es menor, pero no se puede hablar de salida de capitales; mientras que en los otros países emergentes la fuga llega a 26.600 millones de dólares en lo corrido del año.
"Si una moneda se deprecia mucho o hay mucha vulnerabilidad en un país, los bancos sí tienen que aumentar la tasa, pero no es el caso de Colombia, la necesidad de aumentar la tasa no existe, además de que hay credibilidad en las autoridades monetarias", señala.
Pese a que comisionistas como Afin prevén que el aumento de los tipos se dé a corto plazo por la turbulencia internacional y el moderado crecimiento de Brasil, la mayoría del mercado ve una subida desde mitad de año. Wilson Tovar, gerente de investigaciones económicas de Acciones y Valores, afirma que "Colombia y México van a otro ritmo en comparación con las economías latinoamericanas, el país está lejos de lo que pasa en la región".
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