En la vereda Las Playas, de San Bernardo del Viento, hay una comunidad donde los bombones solo se ven en la televisión, donde los centros médicos no existen, el empleo escasea y las enfermedades se apoderan de la población... Ellos esperan cada diciembre, desde hace 40 años, la llegada de un grupo de 18 misioneros, que durante una semana visitan el sector y les dan una luz de esperanza.
Con 18 estudiantes del Colegio María Auxiliadora y el apoyo de la ONG alemana Missereor, Sor Leticia Montoya se dio a la tarea de rescatar del abandono y la pobreza a siete veredas tales como Pompeya, Brisas del Mar y Mar muerto.
Sor Leticia comenta que el proceso ha sido largo: "Conseguimos con el Gobierno central la carretera, la luz y con Madre Selva una ONG de España, el centro de alfabetización San Juan Bosco, apoyado por Cafam, Transformemos y el Sena. Ya tenemos personería jurídica, Cámara de Comercio y certificado de la Dian".
Juan Andrés Sánchez, uno de los misioneros, cuenta que para la gran misión decembrina, reúnen alrededor de 500 mercados, 400 kits escolares y algunos regalos que se reparten en igualdad de condiciones según un censo hecho por la Asociación San Juan Bosco, compuesta por miembros de la comunidad.
Entre la ropa que llega en cajas al kilómetro 15 por la vía hacia Moñitos, en transporte terrestre donado por Rápido Ochoa, hay una exclusiva para las celebraciones religiosas como la catequesis, la primera comunión y el bautizo.
"La carita de felicidad de las niñas cuando les toca uno de reina con velito o a los niños unos pantalones bien titinos es enorme. Algunos no corren con tanta suerte pero van tan emocionados de recibir el sacramento que no les importa", comenta Juan Andrés.
Los habitantes de Las Playas sufren con frecuencia de enfermedades como infecciones, malaria y tuberculosis que en ocasiones les lleva a la muerte. Como prioridad necesitan un centro de salud con enfermería y atención médica competente, puesto que la situación económica del sector es precaria y acudir a los centros urbanos les genera altos costos.
Luis Roldán, misionero desde hace 16 años, afirma que el terreno, la atención médica y la estructura están listas, pero que hace falta la financiación para proceder a la construcción.
"Estamos a la espera de la ONG de España y de ayuda de la sociedad para comenzar a construirlo aledaño al Colegio San Juan Bosco".
Pico y Placa Medellín
viernes
0 y 6
0 y 6