María Dueñas está viviendo el sueño que la mayoría de escritores desearían hacer realidad. Hace 15 meses en España publicó El tiempo entre costuras , y a la fecha, ha completado 24 ediciones, con más de 500 mil ejemplares vendidos.
Aunque los expertos en marketing editorial aseguran que las novelas de largo aliento, las que superan las 600 páginas, como es el caso de la obra de Dueñas, son difíciles de vender o tienen un proceso mucho más lento que una obra de la mitad de su tamaño, ella rompió con todos esos estudios y sus cifras con su primera novela.
Dueñas, narra la historia de Sira Quiroga, una joven modista madrileña a la que un amor apasionado lleva a Marruecos en los meses previos a la Guerra Civil. Con elegancia, reconstruye una época de la primera mitad del siglo XX, entre el Madrid de la República, el Marruecos español del protectorado, llegando a la España de la posguerra y el encuentro con la enigmática Lisboa. Tiempos tanto fascinantes y decadentes, entre nudos de espías y desterrados en el juego de la Segunda Guerra Mundial.
¿Por qué se inclinó por el oficio de la costura para su protagonista?
"Una mujer sola en la España de las décadas del 30 o 40 del siglo pasado no podía sostenerse si no tenía un marido al lado que la respaldara para vivir. Necesitaba un personaje independiente y la costurera era de las pocas opciones que encontré para lograr ese movimiento, que además, se lograra superar socialmente.
Empieza siendo una modista humilde trabajando en un taller de otros, para terminar con su propio taller reconocido en la alta costura de la época. Era una forma en que ella pudiera encontrarse con las mujeres de la alta sociedad, esposas de alemanes en España, donde pudieran hablar de su vida y esa información la comunicara a los servicios británicos, en momento en que los ingleses buscaban que España no entrar en el conflicto mundial, mientras los alemanes querían machacar a los británicos".
¿De costurera a espía?
"La quería convertir en una espía desde los oficios más insospechados. Una mujer humilde que se convierte en la clave para encontrar la información más íntima del enemigo. Todo en trabajos que pareciera que poco o nada tiene que ver con la situación del mundo de ese momento, de la guerra, pero al final la clave está en ellos.
Una pequeña heroína dentro de un rol muy convencional. Saber qué iba haber una fiesta, quiénes iban a ella, quién era el homenajeado, y ella lo sabía porque hacía los trajes para las grandes fiestas".
¿Novela histórica?
"Tenía claro que no quería escribir una novela histórica, utilicé este tipo de personajes reales, a través de una protagonista que viene de la ficción, como es Sira Quiroga, donde el lector va viendo a través de sus ojos su propia vida, como la vida de los personajes reales. Es gracias a ellos, en la novela, que Sira termina trabajando para los servicios secretos británicos haciendo que España no entre en guerra del lado de Alemania".
Entonces, ¿qué género?
"Mi intención no era encasillarme con ningún género. Es una novela con distintas etiquetas, al tener un componente histórico, de ficción, de suspenso, drama, amor, entre otras. Todo muy planeado así. Es una historia humana, de cómo una joven modista, modesta, ingenua, con unas perspectivas vitales muy limitadas, a través de los vuelcos de la vida va creciendo, madurando y comprometiéndose con una gran causa".
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