La cantidad de casos en los cuales las empresas se ven en dificultades por apartarse del concepto central que han generado en los mercados sigue en aumento en el mundo, al igual que las veces que se llama la atención de quienes en esa mala práctica están cayendo; sobre todo cuando las que eso hacen son empresas con poder. Ejemplos sobran: GM, Xerox, Coca-Cola, Seven-Up, Volswagen, Gimbels, Sears y Heinz, para no citar casos colombianos.
Ahora se puede predecir, como desde hace varios años se apreció, que el enfoque de la otrora empresa de verdaderos servicios públicos de los antioqueños, EPM, que sigue demostrando una codicia sin límites, se sigue perdiendo y está cayendo en la trampa de la extensión de línea que, de corazón, deseamos no sea causante de muchos problemas y males para quienes somos sus clientes actuales.
La decisión de quienes dicen velar por los intereses de la gente y de EPM, a quienes no les vale argumento en contra porque no lo admiten ni escuchan, de lanzarse a dizque ayudar a que los beneficiarios de la oferta de servicios puedan adquirir artículos domésticos, de depósito y ferretería, etc., financiándolos a bajo o alto interés (para el caso no importa), es una clara demostración más del enfoque o visión de negocio rampante, cada vez más inhumano, alejado de la misión de empresa de servicios que hasta hace unos años demostró.
Las consecuencias de una extensión de línea no serán inmediatas; se comenzarán a apreciar en el mediano plazo, y se extenderán, de manera fatal y lamentable, en el largo plazo. No existe una manera de probar científica ni matemáticamente lo que decimos. También es cierto que podemos equivocarnos, cosa que dudamos pero que sí deseamos de corazón porque quien tiene el poder político, y además económico, puede hacer muchas cosas. Pero desde el punto de vista del mercadeo práctico, nunca científico y matemático porque no existe ni existirá debido a que las variables principales son de comportamiento de los seres humanos, siempre habrá una probabilidad de éxito; tal como existe la posibilidad de ganar en la lotería, siendo lo normal que no se gane.
El concepto central de la marca EPM, que comenzó a demostrar un manejo algo miope desde el proceso de cambio del logo (que debía hacerse), reforzado por la historia y la trayectoria, además de los aspectos legales de constitución de empresa, ha sido el de "servicios públicos de los elementos básicos domiciliarios: agua, luz y comunicaciones", en cuyo contexto podrían considerarse, también, muchas actividades como financiar vivienda, educación y salud, por ejemplo, los cuales parecen tener cabida en la mente de quienes ello determinan, y que convencen, como convencieron, a los miembros de la junta, de que incursionar en esos campos está dentro de lo que debe hacer la entidad por su objeto social. Igualmente podría decirse de ir, como en efecto se hizo hace muchos años, a otras ciudades para "prestar servicios". Lo triste es que por hacerlo se están descuidando los que son la verdadera razón y concepto central de EPM, como lo estamos viviendo y experimentando día a día quienes recibimos las cuentas mensuales de los servicios públicos domiciliarios.
¿Cuál será el concepto central que jóvenes y niños se formarán de EPM? ¡Es la pregunta!
*Analista de Mercadeo
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