Un obispo impostor que ha utilizado el nombre de la Iglesia para delinquir, intentó colarse esta mañana en la primera reunión de cardenales con motivo del precónclave en El Vaticano, informó el diario La Stampa en su edición digital.
El impostor fue descubierto porque su sotana era más corta de lo habitual, la cadena de su crucifijo también era distinta, y su faja episcopal era una bufanda.
El impostor es Ralph Napierski, un hacker australiano que se presenta como obispo de la Iglesia católica e incluso ha falsificado documentos que así lo acreditan. Napierski, contrario a las enseñanzas de la Iglesia, también ha creado la organización Corpus Dei, de la que se dice líder, y a través cuya página web —como también hace a través de su propio blog— se dedica a parodiar los rituales y la doctrina vaticanas.
A pesar de todo, el intruso consiguió eguido permanecer varios minutos junto a los purpurados en la plazoleta que se encuentra delante del Aula Pablo VI, donde estos esperaban para entrar a la primera congregación general previa al inicio del cónclave.
Después de varios minutos, el falso obispo ha sido descubierto y expulsado del lugar entre las risas y los comentarios jocosos de los periodistas que se encontraban allí.
Inicio del precónclave
Con una invocación al Espíritu Santo, los cardenales se reunieron este lunes por primera vez desde que comenzó la Sede Vacante para preparar el cónclave que elegirá al sucesor de Benedicto XVI, cuya fecha fijarán cuando estén todos los purpurados electores.
Cuatro días después del comienzo de la Sede Vacante, 142 cardenales, de los 207 que forman el Colegio Cardenalicio, asistieron en el Vaticano a la primera congregación preparatoria del cónclave, que se desarrolló en un ambiente "cordial, sereno y constructivo", según precisó el portavoz, Federico Lombardi.
De los 142 presentes, 103 eran cardenales electores, es decir menores de 80 años y que podrán -como establece la normativa de la Iglesia- entrar en la Capilla Sixtina para elegir Pontífice.
Los electores son en total 117, de los que dos ya han anunciado que no participarán en el cónclave, por lo que faltan por llegar 12, entre ellos el arzobispo de Madrid, Antonio María Rouco Varela, varios alemanes y varios asiáticos, señaló Lombardi, que precisó que estarán presentes en las próximas reuniones.