Aunque la senadora Piedad Córdoba rebosa optimismo, lo más probable es que la liberación de Pablo Moncayo, Josué Calvo y quizás Libio Martínez, no se realice en un mes ni en dos.
El jueves la congresista dijo en la Universidad de Medellín, luego de ver la prueba de supervivencia de Moncayo, que en cuatro semanas terminaría la pesadilla para estas tres familias.
Pero el Gobierno no cree que sea tan pronto. Según el alto comisionado para la paz, Frank Pearl, las Farc han manifestado voluntad de liberar a estos rehenes pero no han respondido al requerimiento de que garanticen la liberación de los 24 cautivos en su poder en corto tiempo, y de los restos de quienes han muerto.
Según Pearl, "en el comunicado del sábado (19 de septiembre) el Gobierno aceptó las liberaciones parciales. La primera, siempre y cuando las Farc garanticen que van a devolver a los 24 militares y policías, y a las tres personas que fueron asesinadas o muertas en cautiverio, y deben dar una garantía a la Iglesia o a la Cruz Roja. Entonces lo que falta es el pronunciamiento de las Farc en el sentido de cómo y cuándo van a hacer esas liberaciones totales para poder empezar con la liberación parcial".
Lo de "Cano" no trascendió
Para monseñor José Vicente Córdoba, quien tan pronto asumió como secretario de la Conferencia Episcopal se sintió motivado para darle un nuevo aire a la liberación de Moncayo anunciada desde abril, es muy importante que la Iglesia sea la que coordine los esfuerzos del Gobierno y de Piedad Córdoba.
Y aunque monseñor Córdoba sostiene que fue determinante que la Iglesia tomara la iniciativa, dice que la intervención del cardenal Darío Castrillón y sus conversaciones con "Alfonso Cano" fueron como un tiro al aire pues "lo del cardenal Castrillón quedó a nivel personal. El hecho de que esté hablando con 'Cano' no trascendió. Si esa hablada con él hubiera sido que él venga a la Conferencia y nos diga, eso hubiera trascendido. Pero se ve que 'Cano' no lo volvió a llamar", señala el religioso.
En cuanto a la polémica suscitada por la supuesta coordinación de la Iglesia en este proceso, el Alto Comisionado aclara que "todo el proceso debe estar coordinado por el Gobierno y seguir las reglas del Gobierno. El Comité Internacional de la Cruz Roja contribuye con los protocolos internacionales y garantías para todas las partes, la Iglesia es una pieza que genera confianza y la senadora Piedad Córdoba es la persona de confianza de las Farc para este tema, entonces ahí están todas las piezas juntas".
Para la analista Laura Gil, las Farc sí van a liberar a los secuestrados, pero no como un gesto humanitario.
"No creo que se trate de una comprensión sobre la gravedad del crimen, sino una simple combinación de factores como la necesidad de respirar algo de oxígeno político. En otras palabras, no doy un centavo por el sentido de humanidad de los dirigentes de las Farc. Creo que esto es un cálculo y, si realmente hay la voluntad de efectuar gestos por su sentido humanitario y no por su efecto político, deben soltar a todos los secuestrados sin condiciones ni demora de ningún tipo".
Pearl concluye que "si las Farc han manifestado voluntad de liberar a los secuestrados, deben concretarla y eso es lo que los colombianos y el Gobierno estamos esperando. Yo creo que es importante que no nos adelantemos y que demos el siguiente paso. Miremos si hay voluntad de entregarlos a todos, qué garantías se dan y procedemos con el paso al cual el Gobierno ha accedido, que es aceptar la primera liberación parcial".
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