El aspecto económico asociado a la inflación que mayor expectativa genera por esta época del año es la negociación de salario mínimo. El Banco de la República fijó el punto de partida en la discusión del ajuste, al establecer una meta inflacionaria de cinco por ciento.
Y aunque esta cifra es apenas uno de los aspectos de la negociación, la proyección del Emisor puso en evidencia la enorme brecha que separa las aspiraciones de los sindicatos y las cifras oficiales.
El gerente del Emisor, José Darío Uribe, dijo que la cifra de 5 por ciento que establecio la Junta Directiva de la entidad, como meta de inflación de 2009, es la que debe tomarse en cuenta a la hora de aumentar los sueldos.
Recordó que en Colombia hay algo más de seis millones de trabajadores cuyos ingresos están por debajo del salario mínimo, que para este año equivale a 461 mil pesos mensuales. El Banco y el Gobierno coinciden en que un aumento desproporcionado puede aumentar la informalidad.
Diferencias
El Ministro de Hacienda, Óscar Iván Zuluaga, afirmó que no es posible decretar aumentos de salarios entre 12 por ciento y 15 por ciento como lo han planteado las centrales obreras, con el argumento de que "eso podría destruir empleos".
La Central Unitaria de Trabajadores (CUT) puso en duda de nuevo que la inflación se sitúe en el nivel que pronostica el Banco de la República. Prueba de ello es el fracaso consecutivo que ha tenido la meta trazada por la entidad en los últimos dos años dijo Francisco Maltés, integrante del equipo negociador de la Central.
Al efectuar el análisis sobre el comportamiento de los precios y las expectativas para 2009, la Junta del Banco terminó admitiendo que sostener una meta de 4 por ciento era insostenible y podría socavar su credibilidad. Por tanto, la determinación fue fijar dicha meta en un rango entre 4,5 y 5,5 por ciento, con un punto medio para los efectos legales.
A juzgar por los pronósticos de inflación del Banco de la República, los colombianos deberán prepararse para seguir afrontando los efectos de los altos precios de productos básicos en 2009, a pesar de la esperada tendencia a la baja en petróleo y algunos alimentos.
El presidente de la Sociedad de Agricultores (SAC), Rafael Mejía López, dijo que el Banco de la República deberá justificar los criterios con los que trazó la nueva meta de inflación, que sugiere para comenzar a negociar ajuste del salario mínimo.
"Estamos a la espera de la productividad que establezca el Gobierno para unificar la propuesta del sector privado en materia de salarios para discutirla en la mesa de negociación que se instala el primero de diciembre", señaló Mejía.
La meta de inflación de 5 por ciento marca una idea clara de los incrementos en los costos de diversos bienes y servicios. Sobre esta base se fijarán ajustes en arrendamientos, en costos judiciales, multas sanciones y fallos administrativos, entre otros.
Arrendamientos
La meta de inflación también sirve de base para fijar los ajustes en los arrendamientos. La presidenta de la Lonja de Bogotá, María Isabel Silva, explicó que por ley esa proyección es la que se toma en cuenta a la hora de efectuar el ajuste en la renovación de contratos de arrendamiento vigentes.
Según la ley de arriendos vigente, el ajuste de cinco por ciento no se aplica inmediatamente a todos los alquileres, sino en forma paulatina a medida que se van venciendo los cánones y periodos de un año, que en general pactan inquilino y propietario.
Con la base de cinco por ciento de inflación proyectada, un arrendador que paga un millón de pesos mensuales, comenzará a pagar el año entrante 50 mil pesos más, al momento de la renovación.