El presidente francés, el socialista Francois Hollande, admitió este domingo que la crisis alcanza de lleno a su país, que no crecerá en 2013 más que un 0,8 por ciento y que ello le obligará a aplicar recortes masivos de gastos y reformas tributarias, de hasta por lo menos 30.000 millones de euros.
En una esperada intervención en televisión apenas cuatro meses después de llegar al cargo, Hollande anunció que los franceses tendrá que aceptar sacrificios, que se traducirán sobre todo en recortes en educación, más aportes de los hogares y de las empresas.
Todo ello para frenar el impacto que la crisis tiene en Francia, que ya suma más de tres millones de parados (más del 10 por ciento de la población activa), pero Hollande anunció que su plan para salvar al país deberá dar sus frutos en dos años.
"Espero que lo hagamos mejor que el 0,8 por ciento pero de todos modos trabajamos sobre esa estimación", admitió el presidente francés al confirmar que el crecimiento de su país, la segunda potencia de la Unión Europea, quedará en 2013 por debajo del listón del 1 por ciento.
Hollande confirmó lo que ya se sabía: Francia necesita recortes masivos de gastos y aportaciones de ingresos para encontrar un paquete de 30.000 millones de euros que le permita cumplir con su compromiso de reducir su deuda al 3 por ciento del PIB.
En otro de los mensajes hacia una población crecientemente preocupada por el incremento del desempleo, Hollande declaró en la entrevista concedida al canal privado de televisión TF1 que la "curva del desempleo" deberá tender hacia la baja en el plazo de un año.
El empleo es justamente una de las inquietudes fundamentales de los ciudadanos franceses, según demuestran los últimos sondeos, que además reflejan una caída del apoyo del electorado al Gobierno socialista, del que se teme que no cumplirá parte de las promesas electorales.
En cuanto a los recortes, no previstos en la pasada campaña electoral, Hollande precisó que el Gobierno deberá aplicar la tijera en los gastos destinados a educación, seguridad y justicia (10.000 millones de euros), como parte del paquete global de ahorro y de aportes suplementarios a las arcas del Estado por un valor total de 30.000 millones de euros.
Hollande agregó que otros 10.000 millones de euros deberán proceder de la contribución de los hogares franceses mientras que los otros 10.000 millones vendrán de aportaciones suplementarias de las empresas francesas.