Un fuerte altercado se presentó este miércoles en la noche en la concentración de la Selección Colombia entre el técnico nacional, Eduardo Lara, y los directivos de la Agremiación de Futbolistas, Carlos González Puche y Luis Alberto García.
La presencia de los dos dirigentes sindicales en el Hotel San Fernando Plaza, donde está alojada la Selección Colombia, no le gustó ni cinco al seleccionador nacional que pidió el retiro de los recién llegados.
González Puche y Luis García habían arribado a la concentración de Colombia con la intención de hablar con varios jugadores sobre la actualidad de la agremiación y para entregarles algunos documentos, entre ellos el periódico que edita Acolfutpro.
Lara, visiblemente exaltado, les preguntó a los dos visitantes que con autorización de quién iban a hablar con los jugadores. "Ustedes tienen que pedirme permiso para eso. A mi no me avisaron, así que por favor se retiran del hotel", les dijo el técnico vallecaucano.
González Puche y García, además de pedirle calma a Lara, se negaron en un principio a desalojar el lobby. Esa situación exacerbó más al estratega vallecaucano que de inmediato les exigió a los encargados de la seguridad del hotel retirar a los representantes de la Agremiación.
Lo que siguió después fue un duro cruce verbal entre Lara y Luis Alberto García. "¿Me vas a agredir?", preguntaba García. "Conmigo, lo que querás", le repostó el técnico, que tuvo que ser calmado por el entrenador de arqueros, José María Pazo, y por varios jugadores que sorprendidos miraban lo que acontecía, entre ellos Giovanny Hernández.
La calma volvió cuando González Puche y Luis García abandonaron a regañadientes el hotel. Sin embargo, un allegado a la Selección reconoció que "el profe estaba muy molesto y seguro que va hablar con los jugadores para pedirles que sus temas con la Agremiación no los trataran en la concentración del equipo. Él quiere que todos estén concentrados en lo que será Paraguay y no en temas diferentes".
Lara no quiere que le suceda lo que le pasó a Reynaldo Rueda, que previo a un partido clave ante Uruguay, en Montevideo, autorizó el contacto entre la Agremiación y varios jugadores (Mario Yepes, Juan Pablo Ángel e Iván Córdoba). El resultado después fue fatal ante los charrúas (derrota 3-2) porque el equipo, después de esa famosa reunión, ya tenía en la cabeza un inminente paro de jugadores en Colombia.
