Un amigo mío sufría desvelos nocturnos. Pasaba noches enteras sin poder dormir y fue donde su médico:
-Doctor, ¿Qué hago? Me paso toda la noche viendo a los ratones jugar fútbol en mi cuarto.
El médico le mandó unas pastillas para el insomnio. -Con estas pastillitas te dormís.
-¡Ah, no… Me las tomo mañana, porque hoy juegan la final ratonil.
Les cuento que yo también sufría de insomnio, pero no por culpa de los ratones, sino por ver que nuestros soldados y policías que valerosamente se enfrentan a narcoterroristas, bacrim, delincuencia común con las más sofisticadas armas, y padeciendo ataques a mansalva, poniéndole el pecho a las balas y la espalda al sol y al agua y a las minas antipersonal. Pero lo peor era afrontar la persecución de fiscales y jueces de izquierda infiltrados en nuestra Rama Judicial, que sin tener en cuenta el cumplimiento del deber militar, juzgaban a nuestras Fuerzas Armadas sin consideración al papel que ellas cumplen dentro de su profesión militar.
Varias veces hemos escuchado que un soldado o un policía no le temen al narcoguerrillero o al bandido que los atacan por la espalda, pero en cambio tiemblan ante un fiscal o un juez que los acusa de abuso de las armas o del uniforme.
Oficiales, suboficiales, soldados y agentes de policía que tienen que recurrir a préstamos bancarios y embargar sus sueldos para pagar los honorarios de costosos abogados penalistas que los defiendan de los jueces y fiscales izquierdosos.
Los defensores de los Derechos Humanos orientados o dirigidos por ONG, de la izquierda internacional, se opusieron hasta donde pudieron, metiéndose en nuestra soberanía nacional, como se los dijo muy claro el señor Ministro del Interior, Fernando Carrillo: "Hay que entender que ésta es una decisión soberana del Estado Colombiano.
"Los principales defensores de los derechos humanos en Colombia, son los soldados y policías. Son los únicos que juran entregar su vida para defender los derechos de los demás". Juan Carlos Pinzón, ministro de Defensa.
Bien por el Congreso de Colombia, que defendiendo su autonomía, aprobó la reforma Constitucional por gran mayoría. Bien por el ponente Juan Manuel Galán, quien dijo: "los que hablan de impunidad desconocen la independencia e imparcialidad del juez".
El capitán (r) Juan Alfonso Fierro, presidente de Analvet, dijo que con esta reforma no ganaron los militares, sino el país, "si no hay garantías para cumplir la misión, la seguridad se iba a deteriorar".
Ahora puedo dormir tranquilo. La gran final la ganó Colombia contra los enemigos agazapados en la izquierda nacional e internacional que no querían el Fuero Penal Militar.
ÑAPA. Hace un año, en la administración Ramos Botero, durante la Noche de los Mejores, Antioquia estaba recibiendo el premio del Ministerio de Educación, como el mejor Departamento del país en Educación y varias menciones en las diferentes categorías. Este año, en la administración Fajardo, Antioquia ni siquiera figuró en la premiación.
¿Dónde está "Antioquia, la más Educada"? Mucha bulla, mucha demagogia, mucho bluyín. Digamos que ahora es: Antioquia, la más Embaucada.
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