Este fue uno de los interrogantes surgidos en el diálogo con los estudiantes de Periodismo y Comunicación, a raíz del Día Internacional por el Derecho a Saber, celebrado el pasado 28 de septiembre.
Y como les expliqué, este es un tema complejo que no se puede responder con una opinión simple, afirmativa o negativa.
La misión del periodismo es informar con veracidad, independencia, imparcialidad, oportunidad y responsabilidad, sobre todo lo que sea de interés público. Este debe ser el propósito de los medios de comunicación.
No obstante, además de las limitaciones y barreras, hay concepciones y posturas individuales en los medios y en las audiencias, que abren el debate sobre si garantizan o no el derecho a la información y sobre cómo lo logran.
El periodista debe buscar la verdad y aproximarse a ella hasta donde humanamente le sea posible. El acceso a la información es un instrumento legal que contribuye a franquear los obstáculos, que se suma a sus competencias profesionales, convicción y ética.
Pero este asunto tiene más aristas. Uno de los estudiantes preguntó "¿por qué un medio de comunicación publica una información que otro la ignora...?".
Cada medio tiene filosofía, políticas editoriales y objetivos propios. Un periódico puede hacer más énfasis que otro en la información local o internacional, en los temas deportivos, políticos o económicos, etc. En una palabra, en cada uno hay un modelo periodístico que define su identidad. Las directrices son expuestas en la declaración de principios y en las posturas editoriales que asume en cada caso.
Con respecto a la construcción de la agenda informativa, o sea, aquellos asuntos de los cuales se ocupa en cada edición, surgen otros factores que acentúan las diferencias entre uno y otro medio.
El conjunto de hechos que podrían constituir la agenda es objeto de un proceso de selección en la que intervienen circunstancias y contextos de diversa índole, valores culturales y periodísticos, aspectos de oportunidad y recursos de diferente tipo.
Una vez seleccionado el tema entra en un proceso de definición y ajuste fino del enfoque. No se escapan, en este momento las influencias, comerciales, políticas y de las mismas fuentes de información, que puedan incidir a la hora de elegir el tema y su publicación.
Aquí son claves el interés general y la independencia del periodista y del medio para que sus lectores, oyentes o televidentes reciban la información veraz, plural y oportuna que esperan.
Me parece apropiado el razonamiento de la autora e investigadora argentina Natalia Aruguete, cuando dice que "...no se debe perder de vista que el grado de pluralismo de las fuentes de información en un texto noticioso será un indicador del debate político en cuestión, del equilibrio democrático alcanzado en dicho contexto y del efectivo derecho a la información y la comunicación que alcancen los diferentes sectores que integran una sociedad".
Finalmente, pienso que falta mayor participación ciudadana en la construcción de las agendas y, también, más oído a quienes lo hacen. En ocasiones anteriores he comentado que algunos lectores se quejan porque sus sugerencias no son tenidas en cuenta o porque el tamiz no permite que sus comentarios sean acogidos y publicados.
Con el ejercicio del periodismo fundado en los principios de veracidad, pluralidad, independencia y responsabilidad social y con la participación crítica y responsable de las audiencias, se garantiza el derecho a la información.
*Defensor del lector de EL COLOMBIANO
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