La segunda ronda de conversaciones entre los delegados del Gobierno y las Farc arrancó en La Habana con un intercambio de comunicados y posiciones de las dos partes. El Gobierno que le pide a la guerrilla claridad y prudencia en los diálogos, y las Farc que insistieron en la participación civil en los diálogos.
Con un tono menos altisonante, las Farc llegaron al Palacio de las Convenciones de La Habana, después de que el jefe negociador del Gobierno, Humberto de la Calle, insistiera en que la guerrilla debe responder con seriedad y sin "ambigüedades" sobre temas como el secuestro y la reparación a las víctimas.
En un comunicado difundido ayer, la guerrilla reiteró sus posturas: "La Mesa de La Habana es punto de encuentro de dos maneras de ver la problemática nacional y de plantear su resolución. De un lado está la óptica del Gobierno, que defiende clases pudientes y la inmovilidad del orden vigente".
El mensaje agrega que "la propuesta de la insurgencia construida desde la visión de los sectores populares que urgen y claman por cambios. Nos parece normal que en un comienzo las posiciones se presenten lejanas".
El nuevo ciclo de negociaciones, cuyo primer punto es tierra y desarrollo agrario, estará marcado por mecanismos de participación social, a través de un foro y la página mesadeconversaciones.com. El sitio en Internet recibirá propuestas ciudadanas desde el próximo viernes.
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