Las alcaldías deben intervenir en los precios de las boleterías del fútbol rentado Colombiano. No hay razón que localidades de las consideradas como populares, tengan unos precios exorbitantes. Los empresarios del fútbol rentado deben entender que cuando los precios son calculados sin tener el conocimiento real de la distribución por estratos de la sociedad, se pueden cometer injusticias manifiestas contra las personas, al poner precios inalcanzables.
Los empresarios no pueden olvidar que manejan recreación social, pues eso precisamente es el fútbol profesional. Seguir con los estadios vacíos es la muestra fehaciente de la falta de sensibilidad social de los clubes. Cuando estudien los estratos se darán perfecta cuenta que en los estratos uno dos y tres está la mayoría de la población de sus ciudades.
No podemos olvidar además que los clubes deportivos deben cumplir una sana función de recreación para la familia; por ello se ve con malos ojos que no utilicen el famoso "gancho" para muchos partidos, pues también hay que fomentar el gusto por el fútbol, y esas son ocasiones precisas; como las rifas, juegos y laminitas que se pueden complementar con precios moderados.
Tener los estadios con tres mil o cuatro mil espectadores en promedio por partido, es todo un derroche a su capacidad. Las ciudades sedes del fútbol profesional tienen una alta población en educación media a la cual no se ha llegado con precios de boletería atractivos.
Pico y Placa Medellín
viernes
0 y 6
0 y 6