La muerte sorprendió a José Abelino Ramírez, quien se encontraba descansando a la sombra de una palmera y de manera inesperada le cayó un coco en la cabeza.
La inspección técnica al cadáver determinó que el hombre, de 69 años, sufrió trauma craneoencefálico severo.
Los más sorprendidos con esta noticia fueron sus vecinos del barrio Icacal de Melgar: "Una vecina vio cuando el coco le cayó y de inmediato llamó a que lo auxiliáramos, lo alcanzamos a llevar al hospital, pero desafortunadamente murió; los médicos nos dijeron que tenía el cráneo fracturado y que el cerebro sufrió graves lesiones", aseguró José Norberto Jiménez, presidente de la Junta de Acción Comunal del barrio.
Ramírez descansaba como todas las tardes en una silla mecedora cuando un coco cayó desde la palmera de unos 12 metros de altura con tanta fuerza que le causó las lesiones antes descritas.
El hombre se dedicaba a labores de jardinería en el municipio de Melgar y era una persona tranquila y querida, según sus vecinos.
"Esta es una prueba que para morir sólo hace falta estar vivo; quién se iba a imaginar que el descanso se le convirtiera en eterno a don José", señaló una vecina.
