El legado que dejó Neil Armstrong en el mundo fue tan importante que no sólo el histórico alunizaje del 20 de julio de 1969 lo ubicó como el primer hombre un pisar la Luna, sino que cada una de sus enseñanzas plasmadas desde la academia y en tantas entrevistas concedidas, lo convirtieron en un gran personaje de la humanidad cuyo ejemplo trascendió las fronteras de su país.
En la última entrevista que concedió, a comienzos de este año en Australia, con toda naturalidad volvió a refutar las teorías de escépticos que todavía décadas después de la hazaña, dudan de la veracidad de esa conquista.
“La gente ama las teorías de la conspiración”, comentó Armstrong a Alex Malley, consejero delegado de la firma que lo convocó este 2012 a Australia. “Quiero decir que son muy atractivas. Pero nunca supusieron un problema para mí, porque sé que un día alguien va a volar de nuevo hasta la Luna y recogerá la cámara que dejé allí”.
La muerte de Armstrong, ocurrida el sábado a sus 82 años, entristeció a millones de personas en todos los continentes. Para el director general de la Agencia Espacial Europea (ESA), Jean Jacques Dordain, su deceso conmovió al mundo.
“Aunque la llegada a la Luna fue fruto del esfuerzo colectivo de los estadounidenses y Armstrong constituye el primer símbolo de ese trabajo, el astronauta supo estar por encima de su estatus de héroe al mantenerse como un hombre discreto, sabio y reservado, pero siempre dispuesto a transmitir su experiencia”.
La vida de Armstrong definitivamente inspiró a generaciones enteras en todo el mundo, “para numerosos ingenieros y científicos estará siempre presente”, agregó Dordain.
Igual sucedió con ingenieros y científicos españoles que coincidieron ayer en destacar que la figura de Armstrong y el momento en el que pisó por primera vez la Luna fueron determinantes para que se decantaran por una carrera vinculada al espacio.
Esta hazaña marcó la vida de Felipe Gómez, investigador del Centro de Astrobiología de España, quien en la actualidad se encuentra en el Laboratorio de Propulsión a Chorro de la Nasa en Pasadena (California) participando en la misión del “Curiosity” en Marte.
“Para mí, desde pequeño, fue un héroe de leyenda”, relató a Efe.
Por su parte Xavier Barcons, presidente del Consejo de la Organización Europea para la investigación Astronómica en el Hemisferio Austral, recordó cómo le cautivó la retransmisión televisiva de la llegada a la Luna y cómo llenó en 1969 un cuaderno de dibujos de módulos y cápsulas lunares.
Recuerdos memorables
Cuando a 300.000 kilómetros de distancia millones de personas siguieron por televisión la histórica hazaña, donde a pesar de la precariedad de las comunicaciones comparadas con las de la actualidad, la gente celebró este gran paso para la humanidad.
Incluso las generaciones posteriores conocen lo hecho por Armstrong, aunque más de la mitad de la actual población del mundo no estaba viva en ese momento. Fue un acontecimiento que cambió y expandió las fronteras a todos y por eso debe quedar en la memoria de todos.
“Es un logro humano que será recordado para siempre”, afirmó por su parte John Logsdon, profesor emérito de política espacial en la Universidad George Washington.
Las imágenes de esos primeros pasos de seres humanos en otro cuerpo celeste fueron transmitidas a todo el mundo, gracias a un satélite lanzado poco antes. Fue realmente el primer acontecimiento mediático a nivel mundial, agregó Logsdon. Se calcula que lo vieron 600 millones de personas, en ese entonces el 20% de la humanidad.
Por su parte el administrador de la Nasa, Charles Bolden, también dedicó unas palabras de condolencia. “Mientras existan libros de historia, Neil Armstrong siempre estará en ellos porque será recordado por dar un paso pequeño de la humanidad hacia un mundo más allá del nuestro”.
Amigos de viaje
Pero no sólo fueron los gobernantes, los científicos y la gente común y corriente los que se pronunciaron sobre la muerte de Armstrong, su mismo compañero de viaje, Buzz Aldrin, le rindió ayer tributo al calificarlo como “un piloto excepcional y un gran líder”, en entrevista concedida a la BBC. Agregó que está seguro de que “todo el espacio está muy triste de conocer la noticia de su muerte” y se mostró apenado por no poder estar junto al astronauta fallecido en el 50 aniversario de la expedición, que se celebrará en julio de 2019. Aunque no es dueño de su vida confió en poder llegar a esa importante fecha.
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