Hoy continúo la reflexión sobre el principio de imparcialidad que debe buscar el periodismo.
Un lector me escribió refiriéndose a la última columna, "El mundo al instante, ¡pero, alerta!", y al despliegue que medios internacionales le dan a la información del vecino país de Venezuela. Dice: "Interesante, lo importante es que, más que escribir sobre el tema, el periódico tome esa línea de imparcialidad. Un solo ejemplo de hoy. Chávez sale y dice, después de tomar muchas medidas, contra Globovisión, que Venezuela es el país más democrático, y la prensa lo muestra con grandes titulares, mientras que las medidas contra Globovisión, un respetado medio de prensa, apenas sí merecen un par de renglones. Chávez está cerrando todos los diarios opositores, y que yo sepa, la prensa americana no ha pasado de un par de comentarios".
Veíamos cómo es preciso conocer, a la hora de escribir, los distintos puntos de vista sobre un hecho. Es decir, que el periodista publique las versiones de fuentes diversas, distintas y distantes.
Pero hay más, en estos hechos, tan controvertidos, como los internacionales o los políticos, los periodistas deben ser cuidadosos.
"El periodista debe señalar con claridad la discrepancia que surja entre varias fuentes acerca de un hecho. En ningún caso se optará sin explicación sobre una versión, sea en los títulos o en las entradas", reza el Manual de Estilo y Redacción de EL COLOMBIANO.
La Nación , diario argentino, sostiene: "En los temas en los que haya posiciones contrapuestas, La Nación recogerá en sus páginas todas las disidencias, a fin de ofrecer al lector una cobertura completa del asunto. La opinión propia del diario sobre el tema será tratada en la columna de editoriales. Este principio se aplicará también en las crónicas, a fin de que el lector pueda tener un conocimiento completo de lo que arguyen las partes enfrentadas con relación a un suceso".
El País , periódico español, advierte: "Si una información recoge hechos radicalmente distintos según los narre una fuente o los explique otra enfrentada con la anterior, y el periódico no se define en el texto por ninguna de ellas, el titular no podrá ser adjudicado a una de las dos versiones en detrimento de la otra".
El Editor Internacional de EL COLOMBIANO, David Ernesto Santos, opina que "la búsqueda de información noticiosa está siempre fundamentada en el principio básico de las dos caras. Nunca hemos dejado de publicar la opinión de las dos partes involucradas en la noticia. Sumado a esto, es política del área convertirnos en un espacio de análisis y de contextualización de los hechos que son noticia. En el caso puntual de la noticia sobre el ataque del Ejército de Israel a una flotilla humanitaria hicimos siempre la labor de poner los argumentos del gobierno de Israel, así como los llamados de atención por parte del pleno de la comunidad internacional".
La imparcialidad es el propósito que debemos buscar los periodistas siempre. También hablamos de pluralidad y equilibrio. Es directamente proporcional a la credibilidad, que es el mayor patrimonio del periodista y del medio de comunicación. Estoy muy de acuerdo con la anotación del lector: "...la imparcialidad de la prensa juega un papel esencial, para que en Colombia podamos vivir en paz".
La información se diferencia de la opinión. Los hechos deben presentarse como tales, sin favorecer una postura en perjuicio de otra. Ese es el derecho a la información, como dice la Constitución Política de Colombia, "...recibir información veraz e imparcial...".
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