Con profunda indignación recibió este viernes el país la noticia de un campesino que fue atacado por presuntos guerrilleros de las Farc, luego de él se negara a llevar un "burro bomba" en el corregimiento de El Palo, en el municipio de Caldono, Cauca.
El comandante de la brigada 14 del Ejército coronel, John Meza, informó que el labriego fue torturado. "Los insurgentes amenazaron al habitante de El Palo para que atentara contra la vida de los uniformados que se encuentran en la zona", dijo.
Ante la negativa, que mantiene al hombre hospitalizado en condición crítica de salud, hizo que a él le fueran cosidos sus labios con alambre, sus manos golpeadas fuertemente con piedras y apuñalado.
En esa condición, el hombre alcanzó a huir de los agresores. Jorge Arias, alcalde de Caloto, reveló: "logró escaparse, pedir socorro y por medio de un familiar fue trasladado a un hospital de Santander (de Quilichao)."
No se descarta que por su condición de salud sea trasladado a Cali.
El presidente Juan Manuel Santos, al unirse a la condena nacional, indicó: “Esta es una demostración de barbarie, de cobardía y de desespero, porque la acción de la Fuerza Pública ha sido efectiva y los estamos sacando de sus madrigueras y cerrándoles los cordones de movilidad”.
El mandatario atribuyó el nuevo acto terrorista al desespero de las Farc ante la escalada de las autoridades. “¿Y por qué están desesperadas? Porque la acción de la Fuerza Pública, la acción de nuestro Ejército, en ese punto en particular, ha sido efectiva. Allá estamos, como hemos venido diciendo desde hace algún tiempo, los estamos sacando de sus madrigueras y les estamos cerrando los corredores de movilidad, las líneas de suministro”, precisó.
Santos agregó que las Farc "están desesperados, porque ya sabemos, por información de inteligencia, que están quedándose sin esos insumos, que están comenzando a tener serios problemas”, concluyó el Jefe de Estado.