Mientras persiste la expectativa mundial por la aprobación de Xi Jinping como nuevo presidente chino en el plenario anual de la Asamblea Nacional Popular del próximo domingo, se conoció ayer que la inflación en el país asiático subió en febrero al 3,2 por ciento.
La Oficina Nacional de Estadística china dijo que la cifra, la mayor en los últimos diez meses, obedece a un aumento en el gasto entre los ciudadanos debido a la celebración del Año Nuevo Chino.
La mayor diferencia se presentó en el precio de los alimentos, cuyo incremento fue del seis por ciento el mes pasado.
El primer ministro saliente, Wen Jiabao, llamó recientemente la atención, en su despedida en la Asamblea Nacional Popular, sobre los problemas a los que se enfrenta la economía china. "China todavía se encuentra bajo una considerable presión inflacionaria este año", aseguró.
Para este año, el Ejecutivo chino estableció un tope máximo del 3,5 por ciento para el índice de precios al consumidor, y la cercanía alcanzada en este primer trimestre encendió las alarmas sobre las consecuencias de una inflación mayor. De no establecer controles, China vería amenazada su estrategia de expansión monetaria para fortalecer su economía.
Pico y Placa Medellín
viernes
0 y 6
0 y 6