"Aquí hace falta algo", una expresión común cuando un espacio se siente vacío, incompleto. Es posible que esa ausencia se llene con la presencia de un jarrón.
Para el diseñador de interiores Fernando García, los jarrones son parte esencial de la decoración de las casas, incluso, recuerda, se han usado desde la época del imperio griego como objetos ornamentales por excelencia.
"Son piezas que además de impactar en el ambiente de cualquier lugar de la casa donde sentimos que 'hace falta algo', se convierten en objetos decorativos versátiles y protagónicos, que imprimen detalles de nuestra personalidad".
Es por su variedad de tamaños, colores y formas que se han mantenido vigentes y cada vez toman más fuerza como elementos de una obra de diseño interior.
El lugar perfecto
Para el diseñador de interiores los jarrones son perfectos para ambientar las entradas de los hogares, ubicándolos sobre consolas o recibidores; en los salones, poniéndolos en las mesas de centro, las mesas auxiliares o sobre pedestales.
"Los jarrones son un gran apoyo decorativo en las áreas de circulación, como los corredores y las escaleras, son los elementos que deben marcar los acentos de un ambiente", dice García.
Un buen jarrón se debe escoger de acuerdo al tipo de mobiliario existente y los acabados arquitectónicos del lugar. La clave está en saber combinar formas, texturas y colores.
En opinión de Fernando García, un jarrón debe ser preferiblemente de cristal, vidrio, o acero, ya que estos materiales son los que mejor combinan con cualquier tipo de madera o tapizado.
Los colores de los jarrones, agrega, pueden ser blancos, negros o traslúcidos. Dependiendo del decorado ya existente se puede llegar a jugar con otros tonos como el morado o el rojo.
"Lo que hace atractivo a los jarrones como pieza decorativa, además de su aporte al espacio y su funcionalidad, es su sobriedad y capacidad de robarse el protagonismo de cualquier espacio y cualquier tendencia decorativa", concluye el diseñador colombiano.
Por eso, cuando sienta que en un su casa "falta algo", un "no se qué" que no puede descifrar, piense que en un jarrón puede estar la solución. ¡Que no falten!
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