Una "pintatón sacra" en el parque, fachadas recién pintadas, balcones vestidos con pendones y banderas, y hasta el reclamo de hoteleros de que por un mal manejo de comunicación pública, no vendrán tantos peregrinos como se esperaba, forman la antesala del acontecimiento más importante en la historia de Jericó: la santificación de su hija Laura Montoya.
La madrugada lluviosa del viernes provocó pequeños derrumbes en la Troncal del Café, que se retiraron pronto con maquinaria dispuesta en la vía, pero causaron algún retraso en la llegada a los grupos de logística y a los viajeros que querían llegar primero.
Una de ellas, Ana Belén Puente Oviedo, una peregrina que acaba de llegar de Magangué, Bolívar, de donde salió la madrugada del miércoles, se siente plena en el pueblo donde nació la Santa. "Me parece un sueño que esté aquí en algo tan grande, no le puse fecha, pero qué mejor día", cuenta feliz.
Ana Belén dice que hace el sacrificio para pagar una promesa de visitar el santuario porque se alivió de dolencias de la presión y diabetes.
A pocos metros del lugar donde almuerza con su hija y su nieta, otros dos visitantes que se le anticiparon un día, quieren dejar huella con una obra memorable. El artista santandereano Alfonso Ospina y un colega samario, se tomaron un pedazo del parque para montar caballete y óleo, en el que plasman un dibujo de la Madre Laura de 2,20 metros de alto por 1,70 metros de ancho. Lo iniciaron la noche del jueves y lo quieren terminar este sábado para dejarlo de regalo a la Diócesis, rotulado en su parte posterior con decenas de firmas de quienes vieron formar la obra.
La jornada del viernes en Jericó estuvo matizada por afanes logísticos, en el atrio varios obreros terminaban de pulir el pedestal que sostiene una imagen de cuerpo entero de la Santa y desde lo más alto de la catedral de Nuestra Señora de Las Mercedes cuelga un pendón gigante cubierto con un trapo azul que solo se develará la noche de hoy.
Las barandas del atrio marcan el decorado que el Centro de Historia sugirió para el resto del pueblo y en él otean las banderas de Colombia, de Antioquia, de Colombia y Pontificia, mientras al templo llegan muchas cajas de flores donadas por empresas reforestadoras de la población.
Santos recuerdos
A los turistas y peregrinos no solo lo espera la programación alrededor de la ceremonia de canonización, los conciertos y el lucernario programado para esta noche.
Quienes lleguen, hay toda una oferta comercial para llevarse un recuerdo que evoque a la santa. Los almacenes de artículos religiosos doblaron los pedidos para atender a la feligresía propia y visitante.
En el almacén El Alfa, a un costado de la Catedral, la empleada Ana María Vera ofrece imágenes de varios tamaños, camisetas, llaveros, camándulas, denarios, pastilleros, botones, estampas, relojes, portarretratos, velones y hasta collares y aretes con la imagen de Santa Laura.
No falta el regateo por cada artículo, pero cuenta que todos se llevan algo, pues se consiguen desde la autobiografía a 30.000 pesos y relojes a 35.000 pesos, hasta cuadros de 12.000 pesos, camisetas de 15.000, rosarios de 2.500 pesos y estampitas de 500.
Pico y Placa Medellín
viernes
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