La agresión sufrida este martes en la noche por el portero Martín Silva, del Defensor Sporting uruguayo, puso al Independiente argentino en una situación delicada ya que su estadio podría ser inhabilitado para lo que queda de la Copa Sudamericana 2010.
Silva resultó herido en su cabeza por una pedrada lanzada desde una de las tribunas del estadio del equipo rojo de Avellaneda, que se clasificó a los cuartos de final del torneo al ganar por 4-2, minutos antes de que comenzara la segunda parte del encuentro.
El árbitro Wilson Seneme, que debió suspender el encuentro, decidió que continuara al comprobar, unos 15 minutos después de la agresión, que Silva se recuperaba.
La Confederación Sudamericana de Fútbol (Conmebol) analizará el informe de Seneme y también los videos del partido, en los que se observa que algunos colaboradores del Independiente retiran del campo y esconden la piedra que hirió al guardameta.
Un línea uruguayo fue agredido en La Bombonera durante un partido de la Copa Libertadores en 2008 que disputaron el Boca Juniors y el Cruzeiro brasileño, y el estadio fue inhabilitado para el resto de la competición.
De ocurrir lo mismo con el estadio Libertadores de América del Independiente, el equipo rojo tendría que recibir en los de los clubes Quilmes o Lanús al Deportes Tolima colombiano en los cuartos de final de la Sudamericana.
Mario Perípolli, secretario de prensa del Independiente, dijo que el club revisará las grabaciones del circuito cerrado de televisión del estadio para identificar al agresor.
El entrenador del Independiente, Antonio Mohamed, dijo que "esto no tiene que ocurrir en ningún estadio del mundo. Silva decidió continuar porque dijo que no era un miedoso, pero si se suspendía el partido estaba bien".
"Ha sido una mancha negra. Estamos hablando sólo de una cuestión de puntería. ¿Qué hubiera pasado si la piedra le pegaba en un ojo? El tipo tiene familia y seguramente se deben haber preocupado por lo que pasó. Es un hecho lamentable", añadió el técnico.
