VÍCTOR CORTÉS, DELANTERO DEL ITAGÜÍ
“Revitalizado como el águila”. Así dice sentirse Víctor Cortés, futbolista que, a sus 37 años, valida esa expresión en la cancha con el buen fútbol que muestra en el momento actual que vive con el Itagüí, que hoy jugará con Tolima, adelantando la fecha 11 de la Liga Postobón-I para que los pijaos se dediquen a la Libertadores la próxima semana.
Es un hombre sumamente creyente en Dios y manifiesta que su vigencia en el fútbol y las cosas maravillosas que le han pasado en la vida se debe a la Divina Providencia.
¿A qué le atribuye su longevidad en el fútbol?
“A la misericordia de Dios que permite que me cuide bien para estar en buen nivel y en gran forma en los equipos en los que he actuado”.
¿Los años lo han limitado para algo?
“Nunca. Mientras no tenga ninguna lesión, siempre me he sentido capaz de hacer todos los movimientos que me caracterizan”.
¿Por qué tiene tantas expulsiones?
“Eso era antes. Cuando estaba muy joven me molestaban mucho las injusticias en la cancha, pero ya, a través de la madurez que me han dado todos estos años en el fútbol he aprendido a controlarme”.
¿Cuál es la diferencia de esa etapa de juventud a la que experimenta hoy?
“Mi paso por América y Junior fue muy importante. En esos equipos conseguí tres títulos de Liga, que han marcado mi carrera y han diferenciado mis inicios”.
¿Qué representa Itagüí en la actualidad?
“Me he sentido muy bien desde que llegué y los compañeros me han ayudado mucho para poder mostrar un buen desempeño. Estoy muy contento con mi presente”.
¿Cuándo se retirará de las canchas?
“Dios es el único que definirá esa situación. Por ahora, Itagüí me ha dado la motivación necesaria para continuar y más porque es un equipo que tiene ambiciones de título y somos una familia muy unida”.
NEIDER, EL VOLANTE DEL ENVIGADO
Feliz, así se declara Néider Morantes, por ser el máximo artillero de la historia del Envigado -53 tantos-, por tener reconocimiento en la vida, contar con un hijo que estudia Ingeniería, decir que pronto será suegro y seguir activo en el fútbol, a sus 37 años.
¿Qué significa ser el máximo artillero del equipo?
“Es muy motivante; con eso molesto a los muchachos y a los directivos diciéndoles que pasarán muchos años para que alguien supere los 53 goles que he marcado en cinco años en el club”.
Y sigue siendo referente... “Es satisfactorio serlo a los 37 años, una cifra alta para el fútbol colombiano. Pero si hay físico, talento y ganas, la edad no importa, porque la cédula no es la que juega”.
¿A quién ve como su heredero en Colombia?
“Juan Pablo Nieto del Alianza es un gran jugador, tiene cambio de ritmo, pegada, técnica y gol. Es completo y será grande en Colombia y el exterior. Hay otro como Ricardo Delgado, en proyección con Envigado”.
Le gritan muchas cosas desde las tribunas y usted ahí...
“Ah sí, me dicen viejo, envejecido, retírate. Pero sé que eso es con cariño. Después terminan aplaudiéndome con un buen gol en jugada o de tiro libre”.
¿Está preparado para el retiro del fútbol?
“No. Sé que me dará duro. Es bueno que lo reconozcan a uno, hará falta la madrugada. Pienso jugar hasta que deje de venir contento a trabajar”
¿La familia qué?
“Le cuento que pronto me tocará ser suegro y tengo susto. Néider Julián, quien quería ser futbolista tiene 18 años y estudia Ingeniería Civil. Isabela está en octavo con 13 años y Mariana cursa séptimo con sus 12. Mi esposa es Giovanna Vásquez; ellos me hacen feliz”.
¿Qué otros planes tiene?
“Ser técnico es duro. Empresario no lo he pensado. Ya arranqué hace tres semanas con mi escuela de fútbol en Señor Gol y la Élite con 90 niños”.
¿A qué juega Envigado?
“Sus integrantes sabemos con la pelota, hay continuidad, un buen cuerpo técnico, experiencia y juventud, elementos primordiales para jugar bien”.
¿Y la Selección qué?
“Para mi Colombia va al Mundial, por todo lo que ha mostrado. José Pekerman sabe aprovechar las virtudes del grupo”.