Con la investidura que recibe hoy el presidente electo de Francia, François Hollande , comienza una apretada agenda internacional que reduce a cero cualquier pretendido periodo de gracia en su mandato.
Esta semana habrá dos citas grandes. Hoy mismo se encontrará en Berlín con la canciller alemana, Ángela Merkel , y el fin de semana se desplazará a Estados Unidos para entrevistarse con el presidente Barack Obama y participar sucesivamente en las cumbres del G8 y de la Otan, donde formalizará la retirada anticipada de las tropas de Afganistán.
Pero el encuentro con Merkel es, con diferencia, el que más atención ha generado, porque es bien conocida la promesa del líder socialista francés de renegociar el nuevo tratado de la Unión Europea firmado a principios de marzo para incorporar al ajuste fiscal medidas de reactivación económica.
Una renegociación a la que la canciller germana se opone de forma tajante, como se ha esforzado en recordar durante toda la semana (aunque todo aderezado con mensajes conciliadores), en el sentido de que la conversación del martes les permitirá a ambos conocerse y que a partir de ahí "se desarrollará una buena cooperación".
"Las expectativas están puestas en que durante la reunión con Merkel, Hollande logre redirigir la austeridad absoluta de las cuentas públicas de su país, de modo que posteriormente aumente la inversión y se genere más empleo", dijo desde Bruselas la analista de la Unión Europea, Carolina Pérez Sangregorio.
Por tanto, "no se esperan sorpresas ni conflictos entre ellos. Seguramente habrán diferencias en puntos concretos pero están condenados a negociar, no se pueden pisar mutuamente", agregó la analista.
Por su parte Thomas Handke , analista internacional del diario alemán Handelsblatt, calificó de simbólica esta cita porque "es importante para ambos y para todo el bloque que haya buenas relaciones y no un ambiente tenso".
Reunión extraordinaria
Además del encuentro con Merkel y Obama, a Hollande le queda otra importante cita con el bloque europeo el próximo 23 de mayo, en la cumbre extraordinaria de los 27. "Será la primera oportunidad para que Hollande presente al resto de líderes europeos su petición de complementar el tratado para reforzar la disciplina fiscal con medidas para impulsar el crecimiento", agregó la analista de la Unión Europea.
En esta ocasión podrá persuadir a sus homólogos europeos a seguir con las medidas austeras pero que repercutan en mayor inversión para el bloque. La cita fue convocada por Herman Van Rompuy, presidente del Consejo Europeo, quien aclaró que la agenda se centrará únicamente en cómo puede la UE definir parámetros de dinamismo económico, especialmen te entre los 17 países de la zona euro.
Es así como el nuevo presidente de Francia enfrentará una dura tarea política si quiere que su país siga siendo protagonista mundial tras lo hecho por Nicolás Sarkozy.
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