A mí me dio como malgenio. Me pareció imprudente y desconcertante para quienes confían en él (que no me incluyo). Maquiavélica, por decirlo con otras palabras. Me refiero a la frase que dijo el precandidato presidencial, Germán Vargas Lleras, la semana pasada. "La guerra va bien pero la economía mal", vociferó, el ex presidente del Congreso, la cabeza más visible del partido Cambio Radical.
El mensaje fue clarito: tenga, Uribe y tenga, el Gobierno. Para Vargas Lleras, la política de Seguridad Democrática ha funcionado, pero lo que está pasando en materia económica es desastroso. La frase voló en los medios de comunicación. No hubo ninguno que no la publicara, dándole toda la resonancia y caldeando el ambiente político que, a decir verdad, seguirá en una truculencia inmensa siempre y cuando no se defina la voluntad de Uribe de buscar seguir en el poder o dar un paso al costado.
Vargas Lleras siempre ha sido un político que se sulfura con facilidad y puede que su sangre esté entrando en hervor, porque políticamente, su panorama aún es indescifrable. Los coqueteos con el Liberalismo, la relación con congresistas de su partido como Nancy Patricia Gutiérrez, Roy Barreras, Elsa Gladys Cifuentes o el ex ministro Juan Lozano, que bailan al son que les toque Uribe; otros en condición de encierro por la parapolítica y su distanciamiento con el gobierno, esta vez por el tema de la economía, lo ponen a nadar en aguas borrascosas. Y si se le suma que en la Cumbre del Partido dijeron que impulsarán el referendo, recalcaron el carácter uribista de Cambio Radical, pero apoyan incondicionalmente a Germán Vargas como jefe de la colectividad, uno se pregunta: ¿Entonces?
Vargas Lleras tiene sus argumentos, que pueden ser válidos y bien estructurados frente a la frase que dijo. Lo aburridor de ella es que hay un halo a típico comportamiento de político. Y como este país tiene memoria de pollo en vez de memoria de elefante, perdemos la capacidad crítica y caemos en los mismos juegos y vicios políticos. Hombre, Germán, vos que sos buen político, lo reconozco, creo que tenés un poco de responsabilidad. Mejor dicho: eres parte del tema, porque desde el Congreso, y durante los años en que fuiste fiel escudero del Presidente, ayudaste a construir lo que para vos hoy va bien y hoy va mal.
Conclusión: qué pereza que el ambiente electoral se empiece a mover así. Ya tenemos con no saber si el Presidente quiere seguir o no seguir, algo que se tiene que definir para el bien de la democracia. Frases como la mencionada, son como caer en el juego que el emperador Julio César tanto aplicaba: "Divide et vinces", que para nosotros, debería ser "confunde y vencerás". Y si seguimos así, el que gane, saldrá sonriendo y mientras tanto, el resto, más confundidos que ocho.
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