La inseguridad es la invitada de honor en la campaña electoral de Venezuela. Nicolás Maduro, presidente provisional y candidato por el Partido Socialista Unificado de Venezuela, prometió hacer del problema "el gran tema de los próximos años", "la prioridad de toda su acción a la cabeza del gobierno".
El candidato de la oposición, Henrique Capriles Radonski, no ha dejado de señalar el desastroso saldo en la materia del presidente Hugo Chávez, fallecido el 5 de marzo pasado. Capriles se presenta como "la solución". Venezuela se ha convertido en el país más peligroso del mundo, después de Honduras.
El lunes 1 de abril, convocados por la coalición que apoya a Capriles, miles de venezolanos salieron a las calles de Caracas en una "marcha nocturna contra la inseguridad". "Ese es el país que queremos construir; un país en el que podamos caminar sin miedo", declaró el candidato.
"Nadie se atreve a salir a pie en las noches", comentó indignada una manifestante. "¿Cómo se atreve Maduro a decir que va a solucionar el problema cuando su mentor, Hugo Chávez, fue el responsable?".
El lunes en la tarde, en los locales de la Universidad Nacional Experimental de Seguridad (UNES), en donde se forma a la nueva policía "bolivariana", Maduro lanzó el Movimiento por la Paz y la Vida. Con el apoyo de artistas y deportistas, él quiere promover un cambio de mentalidades "con el fin de construir la paz y la seguridad".
Maduro lanzó un vibrante llamado "a las bandas armadas y a los jóvenes que tienen armas para que cesen toda la violencia, como se los había solicitado el comandante Hugo Chávez ".
Los sondeos son unánimes. Los venezolanos ponen a la inseguridad en el primer lugar de sus preocupaciones, mucho antes que el desempleo y la inflación. "La delincuencia no es un fenómeno nuevo, pero no ha dejado de empeorar desde hace catorce años. En 1998, año de la primera elección de Hugo Chávez, se registraron 4.500 homicidios en el país", precisa Roberto Briceño, director del Observatorio Venezolano de la Violencia (OVV), una organización civil. En 2012 hubo 16.072 según el Ministerio del Interior, lo que representa un índice nacional de homicidios de 55 por cada 100.000 habitantes. Desde 2006, el gobierno no había publicado cifras oficiales.
El OVV presenta la cifra de 21.692 homicidios, o sea un índice de 73 por cada 100.000 habitantes. A título de comparación, en Chile el índice de 3; en Colombia, víctima de guerrillas y mafias, el índice es de 34.
Al presidente Chávez no le gustaba hablar de seguridad. Convencido de que la delincuencia es resultado de la pobreza y, por ende, del capitalismo, él siempre tuvo una visión simplista del problema, dicen los expertos. Siempre le desagradó la idea de reprimir a los delincuentes y él era el primero en denunciar los abusos de la policía. Ciertamente lanzó varios planes de lucha contra la delincuencia (19 en total, según el OVV). El más reciente, "A toda vida, Venezuela", fue anunciado con gran pompa antes de la elección presidencial de octubre de 2012. Pero Chávez se preocupó poco por darle seguimiento.
"A la luz de las cifras es patente el fracaso de la lucha contra la inseguridad", señala Briceño. Paradójicamente, los electores jamás le pidieron cuentas al carismático Chávez. "Esa indulgencia es aun más sorprendente si consideramos que las clases sociales más desfavorecidas son las más afectadas por la criminalidad. En 84 por ciento de los casos, las víctimas de los homicidios son pobres. Y en 91 por ciento de los delitos, la impunidad es total. "Para desprenderse de su responsabilidad, Hugo Chávez no vacilaba en acusar a sus ministros. El problema es que ahora los ministros son los que tienen el control", concluye Briceño.
Más allá de las promesas electorales, no es seguro que Maduro, al que los sondeos dan como seguro ganador, tenga los medios para luchar contra la inseguridad. En una entrevista con la AFP, él dijo que la violencia es "un mal de la sociedad moderna, envenenada por la industria cultural". Y propone la solución del socialismo.
¿La oposición lo haría mejor? "La oposición critica con razón la incompetencia del gobierno pero no propone nada claramente diferente", afirma Óscar Schemel, director del Instituto de Sondeos Hinterlaces. "Desde hace catorce años la oposición ha tratado de aprovechar el tema de la inseguridad contra Hugo Chávez, pero no ha tenido éxito", señala por su parte el analista Nicmer Evans.
Para Briceño, "la reconciliación nacional y la reconstrucción de las instituciones que propone Henrique Capriles son la condición de una política de seguridad más eficaz".
Maduro, que no posee el carisma de Chávez, tendrá que convencer con resultado.
Todos están de acuerdo en eso.
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