Sigue lloviendo y aunque sus cultivos no hagan parte de las miles de hectáreas agrícolas inhabilitadas por el invierno, no están libres de verse afectadas por las consecuencias de las precipitaciones.
Al 20 de noviembre, el Ministerio de Agricultura reportaba 140 mil hectáreas de cultivos y pastizales bajo las aguas, siendo el arroz, el maíz y la papa los de mayor afectación.
Toca estar alerta. La misma humedad dispara los problemas fitopatógenos, que terminan acabando con lo que encuentren a su paso.
La principal recomendación, coinciden los expertos consultados, es procurar un excelente drenaje en los campos.
Con los suelos inundados se presentan problemas de pudriciones de la raíz y las enfermedades encuentran condiciones para desarrollarse.
A diferencia de las plagas, que las favorece el verano, las enfermedades, según el fitopatólogo de Corpoica, Pablo Tamayo, se ven favorecidas por condiciones de alta humedad relativa, lluvias frecuentes y poca luminosidad.
"Se deben realizar podas para favorecer la circulación del aire y la entrada de sol a las plantas, esto permitirá que haya menos humedad dentro de los cultivos", recomendó.
En las calles, agregó Álvaro Tamayo de Conservación de Suelos de la misma entidad, se recomienda hacer desyerbas con machete: no hacerlo con azadón, ni dejar el suelo pelado "porque así usted arranca toda la cubierta vegetal y como esta lloviendo tanto se le va a erosionar el cultivo".
De ser posible, en especial con las plantas que se vayan a trasplantar, instale cobertizos plásticos o el zarán, que evita que les caiga agua y permite la entrada parcial de luz.
Y sobre los controles fitosanitarios, como los hongos se propagan mas rápido, la periodicidad deber ser igual.
"En lo que respecta a las aspersiones de productos químicos, para cada cultivo hay una recomendación muy particular porque cada enfermedad tiene una manera y un producto específico para su control", dijo Pablo, quien recordó que la orientación en su uso oportuno y en la identificación de problemas sanitarios corre por cuenta de los ingenieros agrónomos.
En el departamento los agricultores están alertas. Desde Coagrounión, cooperativa de productores de papa del municipio de La Unión, andan atentos a la manifestación de P. hytophthorain festan o gota, "la enfermedad que ataca más severamente el cultivo sobre todo en esta época de invierno".
Las medidas de observación y control no paran con la cosecha. "Hay que tener mucho cuidado de que la papa no llegue húmeda a las bodegas, de esta manera se pudre más fácil el tubérculo", dijo su gerente Alex Valencia.
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