Para frenar la violencia en el fútbol colombiano se requiere con urgencia el compromiso de todos sus actores: deportistas, técnicos, dirigentes, medios comunicación y Estado.
A esa conclusión llegan expertos y legos en la materia.
Si bien ya en el país se volvió una costumbre ver partidos a puerta cerrada y apreciar estadios semivacíos, porque muchas personas se alejaron por temor a ser agredidas o perder la vida, es el momento de encontrar las soluciones desde todos los frentes.
Otros países como Inglaterra y Alemania padecieron este fenómeno y lo superaron con políticas claras y fuertes como la judicialización. Ahora la tarea es de todos los implicados, empleando y aplicando las leyes que existen.
Antes de que se presentara el asesinato de los dos hinchas de Nacional en Bogotá, en Medellín se habían prendido las alarmas tras los disturbios protagonizados por algunos seguidores escarlatas en el último clásico antioqueño, el pasado 14 de septiembre.
Luego de una reflexión de los miembros del Comité Local para la Seguridad, la Convivencia y la Comodidad en el Fútbol, Jorge Mejía, secretario de Gobierno municipal saliente, instó al Estado a que hiciera un mayor esfuerzo para judicializar a los responsables de los desórdenes.
Mejía recordó que existen la leyes de Seguridad Ciudadana y del Deporte, en las que se contemplan medidas pecuniarias con altos montos en pesos para quienes cometan infracciones o actos vandálicos. También está la posibilidad de prohibir el ingreso a los escenarios deportivos a personas comprometidas con hechos vandálicos durante periodos que van de los seis meses a los tres años.
"Ahí están las leyes y las normas, pero no las hemos hecho cumplir, porque los jueces y fiscales no asumen la responsabilidad en este campo", sentenció.
Proceso de identificación
Luis Fernando Suárez, responsable de la vicealcaldía de Gobernabilidad, resaltó la voluntad de los actores en la capital antioqueña con el pacto de paz que se renovó el viernes en la Alcaldía de Medellín.
Además, aclaró que una de las formas de generar la sana convivencia y desterrar la violencia de los estadios y sus alrededores es "generando estrategias, mecanismos y acuerdos innovadores y creativos de encuentro que ayuden a lograr el objetivo de un fútbol en paz".
Para ello cree indispensable un trabajo en conjunto entre la Policía y la Fiscalía para identificar a los "pocos vándalos" que le hacen tanto daño al espectáculo y ponerlos a la orden de las autoridades.
En el mismo sentido se expresó Mauricio Parodi, exrepresentante a la Cámara y promotor de la Ley del Deporte, al señalar que ésta se cumple parcialmente.
Según él, los temas de logística en el montaje del espectáculo se llevan a cabo como lo establecen las normas, pero detalles como la carnetización de los hinchas, aprobada en Medellín desde 2010, aún no se cumple.
El Comité Local anunció que hay adelantos en la carnetización y espera ponerla al servicio a finales del año.
Si bien las cámaras de televisión interna funcionan en algunos estadios del país, en otros hay carencia de ayudas tecnológicas.
Parodi hizo un llamado para no descuidar lo social, es decir, continuar y promover programas de prevención entre la comunidad.
El hincha pacífico clama para que medidas como la elaboración del "cartel de los vándalos" y el pago de recompensas para identificar a los violentos, anunciado por Jorge Mejía, no se quede en el papel. También exige acciones efectivas que frenen la violencia generada por algunos barristas que, de nuevo, tienen en jaque al fútbol, así el Gobierno haya reiterado que no está entre sus planes cancelar el torneo.
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