Para mantener su calificativo de Poderoso, el Medellín sabe que tiene que reforzar sus bases. Por eso el cuerpo técnico que encabeza Óscar Pérez cuenta en la actualidad con once jóvenes que piden pista en el equipo profesional y que al lado de los consagrados se llenan de experiencia.
Son muchachos de distintas regiones que se han formado en las divisiones menores, que conocen la filosofía del club, han aprendido a quererlo y buscan consolidarse allí.
Uno de los que más roce ha tenido con el plantel profesional y está listo para debutar en la primera división, es el arquero Juan David Valencia.
Con ocho años en la institución, dice que es consciente de la responsabilidad en la celebración del centenario y se nota feliz por la oportunidad que recibe de aprender al lado de buenos jugadores. Resalta los aportes de Leandro Castellano y John Hernández, compañeros que lo orientan. "Admiro a Leandro por su disciplina, capacidad y calidad humana".
Luego de probarse como delantero desde los seis años, a los 10 entendió que podía ser guardameta y asegura que nunca se arrepiente. A sus reflejos y talento le suma liderazgo, pues siempre empuja y dirige desde el arco.
Juan Pablo Zuluaga, a pesar de su juventud, ya supo lo que es la alta competencia. Jugó algunos partidos en las semifinales pasadas y mostró categoría. Los tres años y medio que lleva vestido de rojo hace que este lateral derecho señale al DIM como una familia, que se armó para ser campeona. "Aquí ninguno te deja morir, todos te ayudan y eso es importante para uno que está empezando".
Con goles definitivos
Ray Vanegas salió del anonimato el año pasado cuando hizo el gol de la clasificación del Medellín a la final, pero no se considera el más veterano. Este delantero o mediapunta asegura que su aporte es igual al de todos los compañeros y aprovecha al máximo su proceso de formación. "Aprendemos de los grandes que están en el equipo, la idea es que todos salgamos beneficiados".
En ocho años como jugador de la institución centenaria, el último con el plantel profesional, cuenta que su meta está en ratificarse como futbolista y hacer su trabajo con alegría y humildad. Al considerarse una de las promesas del club, el nacido en Sincelejo sabe muy bien lo que significa la camiseta roja, "algo muy valioso y por eso tengo que dar lo máximo".
Julián Buitrago es un volante mixto que se vinculó al Medellín desde la categoría sub-13. Nació en Bucaramanga, pero se vino a vivir en una casa-hogar del conjunto escarlata hasta que logró firmar un contrato y compró un apartamento para su mamá que se vino a acompañarlo.
Lleva dos pretemporadas con los profesionales y, hoy, a sus 20 años, aprovecha la confianza de sus compañeros "para ir soltando al lado de los mejores, y aprovechar la oportunidad".
Con dos años en el club, Alfredo Morelos descrestó al Bolillo Gómez y a Óscar Pérez. El delantero nacido en Cereté, que estuvo en la Selección Colombia prejuvenil, se confiesa motivado por las voces de apoyo que recibe de Giovanni Moreno y Germán Cano. "Ezequiel me aconseja y corrige mis movimientos, yo sigo sus pasos".
Al atacante Leonel García lo descubrieron en Barranquilla y lo ficharon para el Poderoso, tres años atrás. Pese a la lejanía de su familia dice que está contento en Medellín por el respaldo general que siente a su alrededor. Define como "muy bonita" su experiencia y quiere que se prolongue por mucho tiempo: "mi deseo es quedarme y consolidarme, luego ir al exterior". Ya jugó en la Copa Postobón bajo las órdenes del actual técnico, que cree mucho en sus condiciones.
El de menos tiempo en esta cantera (ocho meses) es Cristian González Rentería, volante que admira a Cléider Alzate. Giovanni se ha convertido en su consejero y todos los días le recuerda que debe trabajar con buena actitud. De ahí que solo piense en "entrenar duro" para ascender pronto al equipo profesional.
Estos muchachos, junto a Andrés Correa, Juan Felipe Santa, Darwin Rentería y Sebastián Macías, los dos últimos de la Selección Antioquia, fortalecen las bases del DIM.
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