Ya finalizó el proceso de votación para determinar los ganadores de las estatuillas doradas de la edición número 86 de los Oscar.
Dos de las categorías más esperadas son los premios a mejor actor y actriz principal, que se disputan entre favoritos como Cate Blanchett, por la película Blue Jasmine de Woody Allen; y Matthew McConaughey, que se enfrenta a una categoría con una de las mayores competencias en los últimos años.
La lista de los nominados a estas estatuillas, cinco en cada categoría, reunió a lo mejor del cine con nuevas y legendarias caras de la pantalla grande.
Mejor actriz
Cate Blanchett: una cita esperada con el Oscar
Desde el estreno de Blue Jasmine en julio, Blanchett ha aparecido en todas las listas de favoritas para los Oscar gracias a este papel, tan arriesgado como agradecido, escrito para ella por Woody Allen. Es su sexta nominación y ha ganado el Globo de Oro, el SAG, el Critics Choice y el Bafta por esta interpretación.
La película cuenta la historia de una adinerada mujer de las altas esferas de Nueva York que ve cómo su vida se derrumba tras descubrir las estafas inmobiliarias de su esposo. Debido a ello, decide trasladarse a San Francisco, California, mientras se recupera de la depresión que sufre a base de antidepresivos.
Sería su segundo Óscar tras el obtenido por The Aviator, aunque en contra tiene que el filme no está entre los contendientes a mejor película y la reciente polémica en la que se ha visto involucrado Allen sobre las antiguas acusaciones de abuso sexual a su hija Dylan.
Sandra Bullock: una actuación de altos vuelos
Su primer Óscar le llegó hace cuatro años y aunque hubo quien dijo que la actriz no volvería a verse en una igual, repite ahora gracias a Gravity y su papel de astronauta perdida en el espacio, una actuación brillante y desgarradora a pesar de la soledad que tuvo que afrontar durante el rodaje de una producción repleta de efectos visuales.
Se trata de la cuarta cinta protagonizada por Bullock en la última década que logra la nominación como mejor película, tras Crash, The Blind Side y Extremely Loud & Incredibly Close, lo que habla del magnífico momento profesional que vive la intérprete, quien a pesar de ello no se olvida de la comedia, el género que le dio la fama, y que ha retomado con éxitos como The Heat.
Obtuvo el Hollywood Film Award al comienzo de la temporada de premios en Hollywood y desde entonces ha encadenado nominaciones a los Globos de Oro, los Critics Choice, los SAG y los Bafta.
Amy Adamas: un grito en busca de reconocimiento
Existe un momento en American Hustle en que Amy Adams lanza un terrible grito de rabia y frustración por no poder consumir su apetito sexual, pero podría interpretarse también como una expresa petición de la actriz a la Academia a la hora de reconocer su desbordante talento.
Se trata de la quinta nominación al Óscar para la intérprete en los últimos ocho años y la segunda vez que llega a la gran fiesta del cine por una película de David O. Russell.
Es la única de las contendientes que aún no ha ganado un Óscar, algo que podría jugar en su favor durante las votaciones, y en su haber ha sumado en las últimas semanas el Globo de Oro como actriz de comedia o musical.
Meryl Streep: ¿qué hay de nuevo, Oscar?
Meryl Streep regresa a la que ya parece una cita casi ineludible con el Óscar gracias a su nominación número 18, 15 de ellas en la categoría de mejor actriz principal. La mítica intérprete se hizo con su tercera estatuilla hace dos años y eso puede pesar bastante en las votaciones.
Este nuevo reconocimiento le llega por su celebrada actuación en August: Osage County, una adaptación de la obra teatral de Tracy Letts, ganadora del Pulitzer de teatro en 2008, que aborda los trapos sucios de una familia que se reúne tras la desaparición del padre en extrañas circunstancias.
Aunque no está entre las favoritas para el galardón, ha cosechado candidaturas a los Globos de Oro, los SAG y los Critics Choice. Para el futuro tiene en cartera The Homesman, un drama de Tommy Lee Jones, y el musical Into the Woods, con las que podría regresar a su ceremonia favorita dentro de un año.
Judi Dench: el toque de clase y distinción británico
La gran veterana de la categoría, con 79 años, disfruta de su séptima candidatura, todas ellas obtenidas en los últimos 16 años, y un solo premio por Shakespeare in Love. En esta ocasión lo hace gracias a un personaje basado en la historia real de una mujer, Philomena Lee, y la búsqueda de su hijo perdido.
Espléndida en la cinta como suele ser habitual en ella, Dench encarna a una mujer irlandesa que en su adolescencia queda embarazada y acaba en un centro para mujeres sin recursos económicos en el que dan en adopción a su hijo.
Cincuenta años después, la mujer decide confesarle su gran secreto a su hija y comienza la búsqueda del hijo perdido acompañada por un periodista, exportavoz del gobierno británico, un personaje al que da vida Steve Coogan, que es también coguionista y productor del filme.
Dench no se ha dejado ver demasiado en su travesía por la temporada de premios, a pesar de sus nominaciones a los Globos de Oro, los SAG y los Citics Choice, pero sus opciones, aunque escasas, pasan, al igual que las de Streep, por el poder y el influjo del productor Harvey Weinstein, un experto en estas lides.
Mejor actor
Matthew McConaughey: un cowboy para la eternidad
Es, posiblemente, quien más papeletas tiene para llevarse la estatuilla. Su nombre hoy día es sinónimo de calidad tras haber encadenado películas como Mud y Magic Mike, además de su celebrada participación en la serie de HBO True Detective y su próxima aparición en Interstellar, de Christopher Nolan.
Su labor en Dallas Buyers Club es excepcional. En el filme da vida a Ron Woodroof, un cowboy drogadicto y mujeriego que lucha en la década de 1980 por dar esquinazo a la muerte una vez que los médicos le diagnostican que ha contraído el virus del sida.
La transformación física del intérprete, una de las más sorprendentes que se recuerdan, y la emoción que despliega le han deparado el Globo de Oro, el premio del Sindicato de Actores de Estados Unidos (SAG) y el Critics Choice, aunque no fue nominado por los Bafta. Esta es su primera nominación al Óscar.
Leonardo DiCaprio: en busca del reconocimiento de la Academia
DiCaprio ha acumulado tres de sus cuatro candidaturas al mejor actor en la última década y muchos consideran que, en su quinta colaboración con Martin Scorsese, le ha llegado el momento para que se reconozca el trabajo de un nombre fundamental en la industria.
La cinta narra la historia de Jordan Belfort, un ambicioso gestor de bolsa que pasó casi dos años en una prisión federal por delitos de manipulación de valores bursátiles en la década de 1990, tras unos años en los que vivió de forma frenética cometiendo un sinfín de fraudes.
El actor lleva todo el peso de la monumental y excesiva obra de Scorsese y parte de la crítica coincide en que es la mejor interpretación de su carrera. Por el momento le ha deparado un Globo de Oro, aunque perdió el Bafta frente a Chiwetel Ejiofor, protagonista de 12 Years a Slave.
Chiwetel Ejiofor: el rostro contra la esclavitud
Tras una carrera de lo más sólida que comenzó, precisamente, con el alegato contra la esclavitud en Amistad, de Steven Spielberg, y que prosiguió con intervenciones en películas comerciales como Love Actually, American Gangster, Salt o 2012, Chiwetel Ejiofor cierra el círculo con su primera candidatura gracias a 12 Years a Slave.
El filme se basa en la historia real de Solomon Northup, un afroamericano que vive en libertad en el norte de Estados Unidos a mediados del siglo XIX hasta que es secuestrado y llevado como esclavo al sur, situación que se alargará durante 12 años.
Su interpretación le ha granjeado el Bafta y le ha deparado candidaturas a los Critics Choice, los Globos de Oro y los SAG. En caso de ganar, sería el quinto actor negro que se alza con el Oscar, tras Sidney Poitier, Denzel Washington, Jamie Foxx y Forest Whitaker.
Bruce Dern: cuando menos es más
A los 77 años, Dern podría convertirse en el ganador del Oscar al mejor actor más veterano. El récord lo tiene Henry Fonda, cuando lo obtuvo por On Golden Pond con 76 años. Para reforzar su nominación, le acompañan el reconocimiento del Festival de Cine de Cannes y el grupo National Board of Review, entre otros.
En Nebraska, un filme sencillo y rodado en blanco y negro, encarna a un hombre acosado por los problemas que conlleva la vejez, obsesionado con la idea equivocada de que ha ganado un millón de dólares en la lotería.
Testarudo, consigue convencer a su hijo para acompañarlo en ese viaje que servirá para reforzar su unión. Dern, en su segunda candidatura, está sublime en su minimalista retrato de lo cotidiano, capaz de expresar un océano de sentimientos con un solo gesto o una sola mirada.
Christian Bale: el camaleon galés
El único candidato de esta categoría que sabe lo que es ganar un Óscar. Bale es el mayor camaleón de su generación, capaz de enseñar imponentes músculos como en American Psycho o la trilogía sobre Batman de Christopher Nolan, y de desinflarse hasta límites insospechados como en The Machinist.
Esa capacidad para amoldarse al físico de sus personajes y desaparecer por completo vuelve a hacer acto de presencia en American Hustle, donde el horrible peluquín que luce su personaje, el de un artista del fraude financiero que pasa a colaborar con el FBI contra la mafia de Nueva Jersey, resultó lo de menos en un papel para el que engordó 20 kilos, como muestra, su inolvidable barriga.
El Irving Rosenfeld de Bale, con potente acento neoyorquino en su versión original, es un superviviente que trata de salir vivo de la telaraña de mentiras y corrupción en la que se ve envuelto, mientras trata de no perder al amor de su vida. Su labor ha sido reconocida con nominaciones a los Globos de Oro, los Bafta y los Critics Choice, entre otros.
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