Cinco monstruos inmensos se erigen sobre el corazón de la unidad deportiva Atanasio Girardot. Ellos, los hijos de los Juegos Suramericanos ahora tienen dos hermanos menores, que entrarán a hacer parte de la vida atlética de Medellín.
Con la misma importancia e imponencia que se construyeron los otros espacios, el coliseo de balonmano y las canchas de voleyplaya serán, dentro de poco, anfitriones de las gestas deportivas de los antioqueños.
La familia se creció y ahora son más los espacios que le quedan a la ciudad terminadas las justas que se realizaron en marzo.
Aunque el escenario de balonmano ya existía, recobró vida. Aquellas viejas locaciones fueron reconstruidas y de allí que el aire de modernidad con que se cimentó, entre a engalanar el conjunto de las mejores instalaciones deportivas que tienen, en la actualidad, los paisas y, porqué no, los colombianos. El cambio lo hizo renacer y ahora hace parte de la arquitectura de la unidad deportiva Atanasio Girardot.
Las obras en las canchas de voleyplaya y balonmano tuvieron una interrupción durante los Juegos pero, en estos momentos, están a un paso de quedar listas. Un 90 por ciento está finalizado. Los hijos nacen y crecen de manera acelerada y pronto entrarán en acción.
Según César Correa, ingeniero encargado de las obras, las canchas de voleyplaya están terminadas para que el Inder disponga de ellas. El coliseo de balonmano será entregado en su totalidad con los ajustes respectivos el próximo 15 de junio.
"La fecha acordada para el proceso es el 30 de mayo, pero se dan unos días de más para corregir detalles y que todo quede listo", afirmó el ingeniero Correa.
En busca de parentesco
Por estos días se buscan acuerdos para que estos espacios deportivos tengan padres responsables. La tarea más engorrosa, levantarlos, ya se hizo. Sin embargo, de ahora en adelante, se les deben buscar personas que los adopten y los cuiden de la mejor manera.
Por los lados de voleyplaya no hay problema. La manutención del coliseo de voleibol, el gigante Yesid Santos, dispondrá de una parte de sus pesos para mantener a su hermano menor en óptimas condiciones.
"Nosotros ponemos recurso humano para el mantenimiento, ya que en el caso de las canchas de voleyplaya, si se tiene un buen cuidado el aporte económico es algo mínimo y no afecta", comentó Rafael Manjarrés, presidente de la Liga Antioqueña de Voleibol.
Además, el dirigente acotó que, en los próximos días se debe establecer una nueva reunión con el Inder de Medellín para concretar cómo debe ser el mantenimiento de las canchas y firmar el compromiso entre los dos entes para compartir y cuidar el escenario.
Por el otro lado, las cosas no están tan fáciles para que la Liga de Balonmano adopte al nuevo inquilino del complejo deportivo.
El inconveniente que tienen los nuevos padres, está en cómo sostenerlo mensualmente.
A la propuesta entregada hace algunos días a la rectora, por parte del Inder, se presentó una contrapropuesta, ya que según Ricardo Úsuga, presidente del ente que rige el balonmano en Antioquia "no contamos con suficientes ingresos como para pagar 1.680.000 pesos que nos toca aportar. La idea podría ser pagando con trabajo y apoyo al Inder, una especie de convenio canjeable".
Así mismo, presentaron la propuesta de que la Liga se encargara de conseguir una persona que vele y esté al tanto del mantenimiento del escenario.
Esa manutención consiste en el cuidado general dentro y fuera del espacio, con aseo general y con revisiones temporales de las partes metálicas para evitar la corrosión, entre otras.
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