Quien no ha sido víctima de los ladrones, o le ha tocado ver o le han contado que en el sector de La Aguacatala, unos 200 metros antes de llegar a la glorieta, bajando de la avenida El Poblado, el sitio es un atracadero.
Los afectados en su mayoría son mujeres, empleadas de los centros comerciales Santafé y Oviedo, que en la noche cuando terminan su jornada laboral deben desplazarse por este lugar para tomar el metro.
Según una empleada de uno de los almacenes del centro comercial Santafé, son individuos que se sientan en las bancas que hay en este paso peatonal, o que se esconden entre los árboles aprovechando la oscuridad y la soledad que por lo general hay en el sitio.
Esta misma mujer cuenta que hace meses se salvó gracias a un compañero que pasó primero que ella por el lugar y pudo ver la actitud sospechosa de un hombre por lo que la llamó al celular y la previno.
Y efectivamente cuando ella estaba cruzando vio a dos hombres separados a cierta distancia hablando por celular y que una vez pasó por el lado del primero alcanzó a escuchar que le decía al otro, que estaba a unos 100 metros, "cójala ahí".
Antes de que el otro se le fuera encima empezó a pedir auxilio y otras personas que iban más adelante se alertaron, lo que hizo huir a los ladrones.
Son tantos los que han sido víctimas y tan recurrente la situación que se vieron en la necesidad de conformar o esperar a que haya un buen grupo para poder pasar por ahí, pues solas no se atreven y es casi el único camino para llegar al metro.
Otra manifestó que la semana pasada iban cuatro mujeres en fila y a cierta distancia, y a la primera de ellas la atracaron y fue tanto el susto que las otras salieron corriendo.
Un comerciante informal del sector, también conoce de los frecuentes asaltos y dice que debido a eso han ido policías comunitarios a encuestarlos con la idea de aumentar la vigilancia, pero que hasta el momento no se ha hecho nada.
No hay denuncias
Sin embargo, el comandante de la estación de Policía de El Poblado, coronel Fabio Rojas, señala que no conocía la situación. "Nosotros no tenemos un diagnóstico preciso de la dimensión del problema, porque la gente no denuncia, pues les parece muy dispendioso tomarse un poco de tiempo para que el antecedente quede escrito o porque se asustan".
Explica que esto se debe más al desconocimiento, porque es un procedimiento expedito que se puede hacer en la URI y algunas en la estación de Policía.
Afirma que ese sector es uno de los que tienen marcados como de especial atención, por todo el movimiento que hay, sobre todo en las horas pico, en donde se tienen unas patrullas estacionarias, pero reconoce que ese servicio solo se presta hasta las 8:30 de la noche.
Debido a esta situación que se denuncia, expresa que van a replantear el horario. "Me sentaré con el jefe de cuadrante para saber que casos conocidos recientes tiene".
Agrega, que adicionalmente va a reforzar la presencia de agentes de Policía para realizar un papel de prevención y disuasión.
"Lo que sí pedimos es que se denuncie porque a estos hurtos repetitivos hay que hacerles seguimiento para tomar los correctivos", dice el coronel Rojas.
Por último reitera que estas informaciones son muy oportunas para darle una dinámica al servicio y no quedarse siempre en los mismos sitios, a las mismas horas, sino mover a los uniformados dependiendo del accionar de los delincuentes, pues estos también escogen sitios para cometer sus delitos.
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