Las pistolas Taser constituyen un arma disuasiva, no letal. Se trata de un dispositivo, con descarga eléctrica, orientado a frenar acciones delincuenciales. Es mejor un arma que produce golpes de energía que una que, inevitablemente, lanza plomos y puede producir la muerte de personas insubordinadas. Un arma convencional.
Hay reservas, y las entendemos, frente a este tipo de armas en manos de la fuerza pública si no se tienen claros su utilización y sus efectos, pero es necesario que la Policía pueda hacer uso de herramientas, no convencionales, para contener disturbios.
Una Taser, mal empleada, puede ser fuente de excesos, pero en manos de una fuerza pública calificada y consciente de sus obligaciones, puede constituir un recurso que, en últimas, prevenga delitos y desmanes.
Pico y Placa Medellín
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