Es él o ella. Una eterna y ya recurrente pregunta ante la aparición de una supermujer en el deporte.
El caso de la atleta sudafricana Caster Semenya desempolvó aquellas historias de mujeres perseguidas por la combinación de grandes marcas y poca feminidad. Algunas veces justificado, otras como una auténtica cacería de brujas. Pero la duda siempre queda y la ciencia entra a disputar la carrera.
Para comenzar con Semenya, su triunfo quedará en vilo hasta que en dos semanas, se identifique cuál es su género, tras una petición de la Federación Internacional de Atletismo (Iaaf, por sus siglas en inglés), que solicitó la prueba de género hace unas tres semanas, después que Semenya mejoró ampliamente sus mejores tiempos en los 800 metros.
La abuela paterna de Semenya, Maphuthi Sekgala, dijo que la controversia "no me molesta mucho porque sé que ella es una mujer".
"¿Qué puedo hacer cuando dicen que es un hombre, si realmente no es un hombre? Dios la hizo verse así", dijo Sekgala al diario sudafricano The Times.
La verificación requiere una evaluación física, e incluye informes de ginecólogo, endocrinólogo, sicólogo, internista y hasta de un experto en género. Ese resultado todavía demorará un par de semanas más, aunque ya Caster goza con su medalla de oro en el pecho.
Pero la discusión va más allá de determinar si es hombre o mujer, y ya se va a los laboratorios, pues existe la sospecha de manipulación genética para llevarla a tener atributos de hombre, entre ellos su masa muscular y su velocidad.
Las sospechas de manipulación en los países del África negra de campeonatos infantiles y juveniles son crecientes en los últimos años, a tal punto que la Iaaf ha puesto la mira sobre la discusión, buscando alteraciones en la genética de las mujeres, más allá de determinar con qué género nacieron.
Para el médico de Indeportes Antioquia, Óscar Mario Cardona, todavía es muy pronto para hablar de manipulación. "Pensar que Semenya es producto de una alteración genética en Sudáfrica, dadas las condiciones actuales, es un poco precipitado. Puede que ya se empiece a trabajar en eso en secreto, pero, a mi manera de ver, este no es el caso".
Cardona, quien se encarga de los atletas en los ciclos olímpicos de Colombia, reconoce las razones para pensar que la sudafricana puede ser un hombre.
"Su forma de correr y su biotipología es de hombre. Sus rasgos son evidentes, pero eso lo determinará el examen", explicó el galeno.
La concepción de un hermafrodita como atleta de alta competencia también es descartada por el médico, pues dice "que acarrea muchos problemas patológicos como para alcanzar una curva alta de rendimiento. Sería un atleta muy enfermo".
Por ahora, cada vez que haya una supermujer que no tenga el tipo de modelo de revistas o por el estilo, se abrirá la cacería de brujas.
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