x

Pico y Placa Medellín

viernes

0 y 6 

0 y 6

Pico y Placa Medellín

jueves

1 y 7 

1 y 7

Pico y Placa Medellín

miercoles

5 y 9 

5 y 9

Pico y Placa Medellín

martes

2 y 8  

2 y 8

Pico y Placa Medellín

domingo

no

no

Pico y Placa Medellín

sabado

no

no

Pico y Placa Medellín

lunes

3 y 4  

3 y 4

LAS VIDAS QUE SALVA LA INSTITUCIONALIDAD

  • LAS VIDAS QUE SALVA LA INSTITUCIONALIDAD |
    LAS VIDAS QUE SALVA LA INSTITUCIONALIDAD |
13 de diciembre de 2012
bookmark

Retumban en mi mente las palabras del alcalde Aníbal Gaviria cuando en pasado balance de gestión, y en entrevista para el diario El Tiempo el pasado 12 de diciembre, refiriéndose a la disminución de los homicidios, argumentó que en lo corrido del año con relación al período anterior, la administración había salvado de ser asesinadas a 390 personas.

Pienso que eso solo lo puede hacer un superhéroe. Bueno, y no lo digo solo por este caso, es ya una deplorable usanza de dirigentes anteriores.

No podemos ser tan ingenuos al creer semejante falacia.

¿Acaso, señor Alcalde, y con todo respeto, usted y las autoridades conocían las personas que iban a ser asesinadas, y se dedicaron a protegerles la vida, a evitar que las balas impactaran en sus cuerpos anteponiéndose como escudos protectores?

Una pregunta de la entrevista del medio capitalino al mandatario decía: "¿La ciudadanía reconoce lo que es salvar 390 vidas en un año?". Él reconoció que no. Es que la palabra "salvar" es muy comprometedora para aplicarla a un tema tan álgido Alcalde.

Razones éticamente cuestionables que desdibujan la realidad de una ciudad como la nuestra y desorientan a la opinión pública. El juego de la semántica.

La verdad es que cuando disminuyen o se detienen las muertes violentas en Medellín, una de las razones de peso para explicarlo, son los acuerdos producidos entre las bandas delincuenciales, el establecimiento de los nuevos cabecillas luego de los reacomodos ocasionados por capturas importantes y la delimitación de los territorios de la operación criminal.

Los propios habitantes de las zonas de mayor conflicto manifiestan que la policía solo llega a hacer presencia cuando las balaceras han terminado. Eso no puede ser sinónimo de salvar vidas.

Que la Policía y el Ejército hayan hecho una mejor labor, tenido mayor despliegue y obtenido mejores resultados, y que producto de eso se hayan reducido los índices de criminalidad, es otra cosa. Pero la barbarie no se puede esconder con falsas proezas.

Esta semana este diario publicó un informe muy diplomático pero acertado refiriéndose al subregistro de los homicidios en la ciudad.

Allí, Luis Fernando Quijano, director de la Corporación para la Paz y el Desarrollo Social, Corpades, expuso otras razones para entender la posible reducción de homicidios en Medellín.

Una es que "el río se volvió un vertedero de cadáveres que van a dar a Bello, Copacabana y Barbosa y quedan registrados como si fueran hechos ocurridos en esas localidades". Y la otra es que "cuando en Medellín bajan los homicidios suben las desapariciones".

Queda también la duda sobre las muertes de personas que luego de recibir un atentado y pasar horas o días en la clínica, fallecen por insuficiencias de salud de diferente índole, y no quedan registradas como muertes por homicidio.

Yo lo comprobé. Me mataron un primo hace años y su muerte pasó desapercibida. Al Otro día en las noticias de orden público (Cómo amaneció Medellín) informaron que según datos oficiales, en la ciudad el día anterior se habían producido las muertes violentas de los ciudadanos "x", "y", "z"…, y no mencionaron a Alejandro Nicolás.

Acá pasan muchas cosas que se conocen solo por comentarios de calle.

Señor Alcalde, usted no ha salvado ninguna vida.

Te puede interesar

¿Buscando trabajo?
Crea y registra tu hoja de vida.

Las más leídas

Te recomendamos

Utilidad para la vida

Regístrate al newsletter

PROCESANDO TU SOLICITUD