Que Calamaro llegue en un tono más reposado, más feliz. Eso esperan quienes ya compraron su entrada al concierto que en una semana realizará en Medellín. Muchos de ellos quieren superar, definitivamente, la mala experiencia de su último paso por la ciudad, el 7 de julio de 2011.
Este es uno de estos artistas que se expresa de tantas formas que, con frecuencia, deja a sus fanáticos llenos de desconcierto. Su capacidad de crear canciones demoledoras convive con una personalidad inquietante e impredecible.
Maria Adelaida Arbeláez es una de esas fanáticas que quiere quedarse solo con la faceta de cantante que ha puesto a Calamaro en el lugar que está. En alguna ocasión tuvo la oportunidad de conocer de cerca a su ídolo, de hablar con él, de tomarse algo, pero se abstuvo. "Prefiero quedarme con el mito", dijo. "La posibilidad de terminar decepcionada de él como persona era muy alta, entonces preferí dejarlo así", confiesa esta comunicadora que, faltando cinco días, todavía no sabe si va a ir al concierto del próximo jueves.
"Yo amé su trabajo El palacio de las flores, pero hay muchas producciones que no me gustan. Me parece que cuando un artista lanza tres discos en un año, lógicamente tiene que haber cosas muy buenas y también muy malas".
María Camila Rivas, presentadora de Altavoz TV, es otra fanática fiel que quiere darle una oportunidad más al argentino. Tiene sus temores, en particular porque se repite el escenario del Auditorio de la UPB, pero dice que, seguramente, allá estará esperándolo. "Solo me interesa la dimensión del artista. No me preocupa qué tan buena persona es, uno espera que sea decente con los demás, pero me interesan más el espectáculo y su desempeño en el escenario".
No está muy claro qué esperar de este concierto. No viene promocionando un álbum, al contrario, la gira Bohemio se alterna con la grabación de un nuevo trabajo. María Camila cree que lo que quiere es "reactivarse, demostrar que puede seguir haciendo música, recuperando lo que perdió durante su última gira".
Calamaro ha demostrado ampliamente que lo suyo no son los tonos grises. David Santos, otro de los que siguen la carrera de este cantante, hace una lista rápida de lo que le gusta y no le gusta del argentino.
"Dentro de las cosas que me gustan están su paso por Los abuelos de la nada, su forma de expresar la ambivalencia del amor, su canción No son horas, el álbum Honestidad Brutal y recuerdo mucho su primer concierto en Medellín".
Santos quisiera olvidar la experiencia del último concierto y además, "no me gusta su incoherencia artística, su manera de tuitear y su apego por las drogas en perjuicio de la calidad de su música".
El concierto será el jueves 6 de junio en el auditorio de la UPB.
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