Óscar Iván Zuluaga Serna camina por un puente de cemento elevado entre árboles de caucho con más de 90 años de vida cuyas ramas cuelgan sobre el barandal blanco. Recorre el sitio a paso acelerado para llegar hasta su oficina en la emblemática sede de Fabricato-Tejicóndor, en el corazón de Bello, norte del Valle de Aburrá y donde la naturaleza abunda.
La confianza y tranquilidad hacen parte de sus días. Hace 13 meses aceptó el reto de sacar a la compañía de la crisis que la tiene en la Ley 550. Hoy, dice, el camino está despejado. Un plan de 50.000 millones de pesos de inversión para redefinir el enfoque de la compañía, la segmentación de productos y la apertura a nuevos mercados, aparecen en su horizonte.
El próximo jueves, Zuluaga Serna volverá a recorrer ese puente de cemento para celebrar con clientes y proveedores los 90 años de la compañía, en un acto especial en el Museo de Arte Moderno. Aunque la fecha exacta de conmemoración fue el pasado 26 de febrero, día en que una misa, un almuerzo y un detalle, marcaron la celebración con los 7.000 empleados, la idea es mostrar la recuperación de la empresa y su proyección a otros 90 años.
La compañía fue fundada en 1920 por Carlos Mejía, Antonio Navarro y Alberto Echavarría. Pero sólo hasta 1923 el general Pedro Nel Ospina, presidente de la República, inauguró la planta y se dio inicio a labores con 80 trabajadores, 104 telares y 3.284 husos que hilaron algodón de la Costa Atlántica y de Estados Unidos.
Entre sus logros más importantes se cuenta ser la primera empresa del país en recibir el Premio a la Calidad en 1976 por el Gobierno Nacional.
¿Qué significa esta celebración?
"El papel de Fabricato en el sector textil y confección ha sido determinante. Hemos sido líderes en investigación, en abrir mercados y hemos contribuido al desarrollo del país. Estamos en una situación compleja por lo vivido el año pasado, pero con grandes expectativas de que estos 90 años sean el inicio de la nueva visión de Fabricato-Tejicóndor".
Pero esta no ha sido la única crisis...
"Fabricato ha estado en estos 90 años, particularmente después de los 70 y principios de los 80, en unos altibajos. De las más duras en 1982, la otra en el 2000 y la del año pasado. Yo diría que fue más dura la del 2000 que fue la que llevó a la empresa a entrar en la Ley 550".
¿Cuáles son los planes para superar esta situación?
"Estamos redefiniendo el enfoque. La idea es definir cuál va a ser el nuevo enfoque de Fabricato para los próximos 90 años, a qué negocios renunciar y qué negocios enfrentar. La inversión será de 50.000 millones de pesos pero con ahorros anuales para recuperar el esfuerzo. Además, esperamos pagar el 95 por ciento de nuestras acreencias para el 2012".
¿Qué productos de las ocho líneas van a salir del mercado?
"No, no hay nada definido porque este proceso es de siete meses y apenas llevamos un mes. No quiero crear expectativas ni incertidumbres. Lo que si puede estar seguro es que las decisiones que tomemos van a ser las mejores para el mercado, la empresa y sus trabajadores.".
Pero ya hay hechos palpables como la reubicación de una de las plantas en la sede de Bello...
"Fundamentalmente el tema de reacomodo de las plantas tiene el objetivo de optimizar los costos de operación de la empresa. Esto nos implica tener siete estructuras administrativas. Entonces queremos simplificarlos para ser más eficientes".
¿El golpe de los 97.000 millones de pesos en pérdidas en el 2009, cómo lo afronta?
"El manejo que se le ha dado a la compañía desde el punto de vista financiero nos ha permitido que, con una juiciosa administración y siendo muy eficientes en el manejo del gasto y la cartera, el endeudamiento solo se subió 1.000 millones de pesos. Los resultados sobre el primer trimestre siguen mostrando la reducción de costos".
Pero esa reducción de costos también obligó a la salida de personal de los salones de producción.
"Ha implicado salida de personal desafortunadamente. La cifra la hemos dado clara, alrededor de unas 390 personas, de las cuales el 90 por ciento han salido jubilados, prejubilados y con acuerdos. La compañía no ha procedido de una manera indebida y quiero destacar el apoyo de los trabajadores".
¿Cómo ve la competencia nacional?
"Yo lo he dicho antes. Nuestro principal competidor son las importaciones. En el mercado textil colombiano, entre 40 y 50 por ciento son telas importadas. En la competencia local, tenemos unas excelentes relaciones con ellos, allí nos encontramos y nos damos duro pero nos respetamos. Son buenos competidores, tienen una buenas ventajas pero nosotros tenemos otras de manera que en el mercado estamos cabeza a cabeza".
¿Qué cosas distintas tiene para ese mercado pensando en los próximos 90 años?
"Innovación y desarrollo de productos. Hemos investigado y desarrollado unos productos muy especializados para los diversos sectores. Tenemos algunas tecnologías que no la tienen todos, y además un reconocimiento de la marca Fabricato en el mercado, es un tema muy importante que valoramos mucho".
¿Y la posibilidad futura de un socio estratégico? ¿Cómo la ve?
"A nosotros como administración no nos han dado ninguna instrucción al respecto. Estamos concentrados en redefinir la compañía. Ahora vemos con mucho optimismo los Tratados de Libre Comercio (TLC) con Canadá, con la Unión Europea (UE) y con Estados Unidos. Y hemos reiniciado exportaciones a España, Italia y Alemania".
¿Cómo se imagina a Fabricato-Tejicóndor en los próximos 90 años?
"Será tan reconocida con productos de avanzada, amigables con el medio ambiente y en nanotecnología. Creo que va a tener más empleados de los que tiene hoy".
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