Qué madre no habla maravillas de sus hijos. Todas. Solo que doña Fabiola Zuleta, la mamá de Leonel Álvarez, dice que Dios le ha dado el hijo más querido de la tierra.
"Es único. Y no solo el Día de la Madre o en los cumpleaños, es un hijo de los 365 días del año", cuenta, al agregar que el nombramiento como técnico de Colombia "es la mayor bendición que ha recibido Leonel".
Para ella este nombramiento como seleccionador nacional es el pago al buen hijo, al hombre responsable, a la persona que no le gusta perder, al que ama su trabajo, el que... Las alabanzas no paran.
Y aprovecha un momento para pedir que su comentario se tome por un instante como el de una persona desprevenida, que nada tiene que ver con Leonel: "es la mejor decisión que ha tomado la Federación, porque es un técnico con carisma, al que quieren los jugadores por la forma como se entrega al trabajo, por lo responsable que es y porque también ha hecho méritos para llegar donde está".
Y si la gente piensa que el nuevo técnico de la selección de mayores es mala gente por lo serio, bien diferente lo analiza su madre: "él es una bella persona, muy humano, solo que es muy callado".
Ese mismo pensamiento tiene su gran amigo. La persona que lleva a su lado 30 años. A la misma que le pide consejos y con la que tiene contacto casi todos los días, Eladio Tamayo, con el que creció desde las selecciones Antioquia.
"Muchas personas pueden pensar que Leo es déspota por su forma de ser. Están muy equivocadas. En su interior hay una persona muy humana y noble. Intachable, amable con la gente".
Para Eladio (Leonel le dice Eludio), del nuevo técnico de Colombia no se conocen muchas facetas, "porque es de las personas que no le gusta estar hablando de lo que hace, de las obras sociales que realiza, porque le ayuda mucho a la gente humilde".
De lo que sí está seguro es que la gran ventaja de Álvarez es que los jugadores le creen y "una de sus virtudes es que ama su profesión y es un entregado al trabajo".
Según doña Fabiola y Eladio, viene un gran reto y el respeto a un proceso que venía haciendo con Hernán Darío Gómez. Ambos dicen que "Leonel es un bendecido del Señor".
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